Magda Campis, jefa de Servei de Medicina Preventiva y Epidemiologia del hospital Vall d'Hebron, ha mostrado su preocupación por la situación de la pandemia. En una entrevista en Catalunya. Ràdio, ha querido explicar cómo están aumentando los ingresos a los hospitales catalanes en esta quinta ola del coronavirus, que afecta sobre todo en la población más joven, entre los 20 y 29 años. Aunque generalmente esta franja de edad pasaba la enfermedad de manera asintomática, Campins ha asegurado que también se puede complicar y que por eso, las unidades de cuidados intensivos se están llenando día tras día. De hecho, entre los nuevos pacientes hay "gente joven, de 22, 25, 27 años".
17 menores de 30 años, críticos
Según ha notificado el Departamento de Salud, en las últimas 24 horas han ingresado a 118 nuevos pacientes en los hospitales por síntomas derivados de la covid y 25 en las UCI. Con este incremento, en total hay 1.545 personas ingresadas por culpa de la pandemia, 272 en situación crítica.
De estas, 17 tienen menos de 30 años (1 niño de 0 a 9 años, 2 adolescentes de 10 a 19 y 14 jóvenes en la veintena). El grupo con más personas en las UCI es el de 60-69 años, con 76 ingresados, a quienes se les decidió inocular la vacuna de AstraZeneca, que necesita más tiempo entre las dos dosis y por lo tanto, todavía hay gente no protegida con la pauta completa.
Las UCI, sin vacunados
En este sentido, Campins ha alertado que el mensaje que esta ola no tendría impacto en los hospitales porque afectada a personas en la veintena que no sufrían complicaciones, es falso: "Los jóvenes también se pueden complicar y tener que ir en las UCI, que ahora mismo ya están muy llenas". Con todo, sin embargo, ha querido destacar que los críticos no están vacunados, hecho que demuestra su efectividad: La gran mayoría de las personas ingresadas no están vacunadas. Como mucho, solo llevan una dosis".
Por todo ello, ha alertado de que es necesario rebajar los contagios, si "no tendremos bastante capacidad por atender los nuevos pacientes". Para conseguirlo, aunque la base es que la gente se vacune, Campins ha apuntado que los efectos en gente que todavía no está protegida "tardarán en notarse un mes o mes y medio". Por eso, ha pedido a la población que sea consciente del riesgo de la situación y que cumpla las nuevas medidas que ha aprobado la Generalitat. "La distancia, evitar las aglomeraciones, llevar la mascarilla al interior, que se cumpla el toque de queda, y que no se hagan grandes reuniones sociales. Eso es imprescindible, porque, ahora mismo, solo con la vacuna, no podemos parar los virus", ha avisado.
Campins ha reaccionado a las disculpas del conseller de Salud, Josep Maria Argimon, en las que aseguraba que los datos actuales demuestran que "no se ha hecho todo bien". Ella ha considerado que en el momento en que se relajaron las restricciones, se podía hacer. En cambio, sí que ha criticado que "se tardó demasiado a tomar medidas, cuando la situación ya estaba desbocada y el crecimiento era exponencial".
Reclama la colaboración público privada
"No esperábamos que esta ola tuviera este impacto", ha reconocido Campins. Según la médico, cuando en el Reino Unido volvieron a crecer los contagios a causa del variante delta, a pesar de tener buena parte de la población vacunada, "vimos que nos afectaría, pero nunca de manera tan importante". Esta ola, además, ha llegado al verano, cuando parte del personal sanitario se encuentra de vacaciones después de muchos meses de trabajo intenso, unas vacaciones "que se tienen que hacer, no podemos decirle a la gente que vuelva", ha expuesto Campins.
Por eso, ha recordado que durante la primera ola, en marzo-abril de 2020, aunque los hospitales se desbordaron, contaban con la colaboración de los centros privados, "funcionábamos juntos y podíamos derivar pacientes, cosa que ahora mismo no pasa". Así, ha reclamado poder volver a hacer equipo con estos hospitales y trabajar juntos: "Tenemos equipamientos, pero no tenemos personal. Necesitamos manos", ha sentenciado.