Canarias es también una isla en esta segunda oleada de la pandemia del coronavirus. El archipiélago canario presenta la incidencia acumulada más baja de España por cada 100.000 habitantes, muy lejos de los 410 de media de todo el Estado. Esta situación le permite estar ajeno a las restricciones pero el Gobierno canario está en guardia para evitar que la situación se tuerza, manteniendo, eso su principal fuente de ingresos: el turismo. Así el ejecutivo canario tiene previsto reformar por la vía de urgencia su legislación para garantizar a través del derecho de admisión que los turistas que recibe están libres de Covid-19: En cuestión de días, sin test negativo, ningún viajero será admitido en un hotel, apartamento o vivienda vacacional.

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE), y su consejera de Turismo, Yaiza Castillo (Agrupación Socialista Gomera), han dado a conocer los principales detalles del decreto ley que su gobierno quiere aprobar esta misma semana tras haber visto, una y otra vez, cómo diferentes instancias nacionales y europeas rechazaban su propuesta de implantar los test en origen. El Gobierno canario cree haber encontrado la "ingeniería jurídica" precisa para convertirse en la primera comunidad que establece este tipo de control. Reconoce que no puede imponer directamente un test al viajero procedente del resto de España o de otro país, pero ejerce su derecho de admisión en los alojamientos reglados, que ahora pedirán a sus clientes una PCR o una prueba de antígenos negativa hecha un máximo de 72 horas antes.

La actividad turística se va recuperando poco a poco en Canarias / Efe

Sin etiqueta de destino de contagio

Canarias impulsa para ello la reforma de dos leyes autonómicas, la de Ordenación del Turismo y la de Actividades Clasificadas, dos días después que los dos países que representan más del 50% de sus turistas, el Reino Unido y Alemania, le han retirado la etiqueta de destino con riesgo de contagio. En vista de la buena evolución de la pandemia en las últimas semanas en las islas, que ha llevado a Canarias a tener la tasa de incidencia más baja de España, ni las autoridades británicas ni las alemanas exigen ya a sus nacionales una cuarentena cuando regresan de las islas.

Canarias no quiere ni arriesgar todo lo que ha conseguido para intentar que su industria turística salga del "cero" en el que está sumida desde mediados de marzo, ni exponer a la salud de su población por brotes que hipotéticamente entren en las islas a través de los turistas procedentes de otros lugares con mayor incidencia (el resto de España tiene una tasa de 410 por 100.000; Alemania, 130; y el Reino Unido, 384; Francia, 589; y los Países Bajos, 615).

El texto del decreto ley ya ha sido presentado al consejo asesor del presidente, conformado de forma estable por las dos grandes patronales, CEOE, Confederación Canaria de Empresarios, UGT y CCOO y ampliado para esta ocasión con representantes de las cuatro patronales turísticas y de los siete cabildos del archipiélago, que ha dado su apoyo unánime a la iniciativa. La normativa entraría en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial de Canarias, aunque luego tenga que recibir obligatoriamente el refrendo del Parlamento autonómico.

Quince días de plazo para aplicar la medida

El Gobierno canario también quiere preservar el "derecho a la información" de los turistas de cualquier país y dará un plazo de unos días, aún por definir, pero nunca más de quince, para que esta normativa llegue a toda Europa a través de los turoperadores, las cadenas hoteleras, las agencias de viaje o las embajadas, de forma que todo el mundo conozca que necesita un test.

La baja incidencia de la Covid-19 ha permitido recuperar el turismo / Efe

El decreto va a ser lo suficientemente abierto para que se acepten los certificados expedidos por organismos sanitarios o clínicas de todos los países de procedencia de los turistas y para que, si el avance tecnológico aporta nuevas vías diagnósticas rápidas, no sea necesario reformar su articulado. Canarias apuesta claramente por los test de antígenos, capaces detectar la infección de Covid con muy alta fiabilidad, en minutos y a un coste muy bajo (20-30 euros, frente a los más de 100 que cuesta una PCR). Los test irán a cargo del viajero, tanto si se somete a la prueba su país, como si llega a la recepción de su hotel sin ella y desde allí le derivan a un centro sanitario, clínica o laboratorio de Canarias para que se la haga.

El decreto ley también sugerirá a los turistas que se descarguen la aplicación móvil Radar Covid, para facilitar el rastreo (completamente anónimo) de sus contactos si se produce un positivo, y dejará abierta la regulación de los test de retorno, si algún país vuelve a exigir cuarentenas a quien vuelva desde Canarias. 

Foto principal: Turistas esperan su transporte en el aeropuerto de Lanzarote / Efe