El cáncer de testículo es el tumor sólido más frecuente entre los jóvenes de entre 15 y 35 años, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). 

Concretamente, los datos de la citada organización médica muestran que en España se diagnostican de media unos 450 tumores anuales. La nota positiva es que el índice de supervivencia casi alcanza el 90%. 

Síntomas más habituales

La señal de alarma, explica el Dr. José Placer, jefe del servicio de urología del Hospital Universitari Dexeus, es un bulto en el testículo que en la mayoría de casos no duele. Sin embargo, el tumor se puede complicar con una infección o con sangrado. Generalmente, los pacientes describen el síntoma como una sensación de peso en el área genital o un aumento del tamaño del testículo.

El índice de supervivencia del cáncer de testículo alcanza casi el 90%

Existen otros síntomas, aunque son mucho menos frecuentes. Por ejemplo, explica el doctor, uno puede sufrir dolor de espalda o de abdomen porque el tumor se irradia hacia ese lugar o bien porque hay metástasis en ganglios linfáticos de la parte posterior del abdomen.

Causas y factores de riesgo

Desde los años 90, los casos de cáncer de testículo van en aumento por causas que se desconocen, aunque la mortalidad ha descendido por las mejoras en el tratamiento. 

En cuanto a los factores de riesgo, el Dr. Placer explica que son tres. El primero es el criptorquidismo, (falta de descenso del testículo hasta el escroto durante los primeros años de vida). Sobre este punto, cabe mencionar que los varones afectados tienen un mayor riesgo de tener cáncer tanto en el testículo no descendido como en el otro, y de hecho, las guías clínicas recomiendan extirpar de forma preventiva aquellos testículos finalmente alojados en el abdomen que no termina de descender.

El segundo es la historia familiar de cáncer testicular. Y es que, según la SEOM recoge, entre el 1 y el 3 % de los pacientes con tumores germinales tienen algún allegado que ha padecido cáncer de testículo. Y el tercero es sufrir de tumor testicular contralateral.  "Los tumores de testículo pueden desarrollarse en cualquier momento de la vida, pero son más frecuentes durante la tercera y cuarta década", afirma el Dr. Placer. Y añade que en menos del 2% de pacientes aparece en ambos testículos.

Desde los años 90, los casos de cáncer de testículo van en aumento, pero no se sabe el porqué

Al no conocerse ningún factor de riesgo que se pueda evitar, comenta el jefe del servicio de urología del Hospital Universitari Dexeus, el paciente potencial no tiene una manera activa de prevenirlo. Es más, la frecuencia de la enfermedad es baja, incluso en las personas que tengan factores de riesgo. Precisamente, por su baja incidencia, no están recomendadas las exploraciones o pruebas rutinarias para diagnosticarlo de forma precoz. Sin embargo, subraya, se recomienda que la población diana se familiarice con los signos de alerta más comunes. 

Tratamiento

El tratamiento de este tipo de cáncer requiere, ante todo, extraer el testículo mediante una intervención quirúrgica llamada orquiectomía. Sobre esta cuestión, el doctor explica que es uno de los pocos tumores en los que incluso si la enfermedad se ha extendido a otros órganos, se debe quitar el tumor original. Esto se debe, principalmente, a que los tratamientos de quimioterapia llegan mal a esta zona y a que el examen del tumor es muy relevante para conocer sus características y futuro tratamiento. 

Una vez el tratamiento ha finalizado, se deben hacer revisiones de forma periódica, indica. Así, los controles se tendrían que realizar cada uno o dos meses durante el primer y segundo año del diagnóstico. 

Con todo, el Dr. Placer advierte que el mayor riesgo de que el cáncer reaparezca se produce en los dos años siguientes al anuncio de la enfermedad.