A Catalunya le han caducado 69.129 dosis de vacunas contra el coronavirus. Eso son 9.103 viales, unos 20 viales por centro –teniendo en cuenta que el Departament de Salut cuenta 400 centros–. Unos datos que en forma de porcentaje no llegarían al 1%, concretamente se trata de un 0,6% de dosis de vacuna de un total de 11.863.410 de dosis recibidas. Así lo ha explicado la secretaria de Salut Pública, Carmen Cabezas, durante la rueda de prensa semanal dedicada a informar sobre la vacunación en Catalunya.
El motivo podría ser un error de cálculo. Durante el verano la demanda para vacunarse cayó, ya sea porque la gente estaba de vacaciones y no era algo prioritario o bien porque los que querían vacunarse ya lo habían hecho o estaban pendientes de las segundas dosis. En este contexto, Salut calculó o predijo que la demanda se reactivaría en septiembre, cuando la rutina también volviera. Pero no ha sido exactamente así. La reactivación no ha sido la esperada. Cabezas ha explicado que ya no piden dosis de vacuna al ministerio porque ya tienen en las neveras, y tampoco las distribuyen de los centros de almacenaje hacia los puntos de vacunación para evitar que se estropeen.
Las vacunas caducadas siguen en la nevera
Una vez descongeladas, las vacunas de Pfizer han pasado de poder guardarse 5 días a poder guardarse 30. En este sentido, dado que la evolución es constante y cada vez se saben más cosas, tanto de las vacunas como de su almacenaje, Salut no ha tirado las dosis de vacunas caducadas y las sigue guardando en las neveras, a la espera de saber si se podrán utilizar todavía o bien se tendrán que apartar definitivamente.
Cabezas, en este sentido, ha querido matizar que Catalunya no es el único lugar del mundo donde caducan vacunas. Eso ha pasado, según ha comentado, en los Estados Unidos, Francia, Polonia o Alemania. Estas vacunas, sin embargo, no se podían enviar a otros países porque ya estaban descongeladas y, según ha verbalizado Cabezas, sólo se pueden enviar congeladas.
Por otra parte, sin embargo, ha destacado que es comprensible que cueste más vacunar a estas alturas, después de unos 9 meses vacunando. "Es normal que cada vez haya menos gente para vacunar o que cada dosis requiera una serie de medidas para intentar llegar a la población", ha destacado a la secretaria de Salut Pública. Así, ha querido poner énfasis en que el porcentaje de vacunas es del 80% en mayores de 40 años y del 60% en menores de 40 años. La rueda de prensa ha servido también para hacer un poco de balance y Cabezas ha aprovechado para explicar el proceso que hay detrás de cada vacuna administrada.
Vacuna para niños de entre 5 y 12 años
La secretaria de Salut Pública también ha aprovechado la conversación con los periodistas para explicar los datos de vacunación que han presentado Pfizer y BioNTech para niños y niñas de entre 5 y 12 años, con 2.200 participantes. Se sabe que han estado aplicando una dosis tres veces menor, es decir, en vez de los 30 microgramos que se administran a los adultos, para esta franja se ha probado con 10 microgramos.
La respuesta inmunitaria, sin embargo, sigue siendo muy parecida a la franja de entre 16 a 25 años, "muy alta".
¿Qué pasa con las terceras dosis?
Julià Blanco, investigador del IrsiCaixa en el Campus Can Ruti, que ha participado en la rueda de prensa, ha remarcado que hay consenso científico en que la "población general no necesita ahora mismo una tercera dosis". De hecho, ha puntualizado que no es necesario aunque el nivel de anticuerpos se pierda en el tiempo. En este contexto, ha recordado que, a pesar de las variantes, las dos dosis todavía funcionan "entre un 60-80% para la protección contra la enfermedad grave o muerte, en que es del 90%."