Ya ha llegado. Confirmados los dos casos de la nueva subvariante de ómicron detectados como sospechosos en Catalunya, según ha podido saber la ACN. La secretaria de Salut Pública, Carmen Cabezas, había informado este miércoles que tenían la sospecha de que uno o dos casos pudieran ser de la nueva variante, pero estaban a la espera de que se confirmaran con la secuenciación completa de las muestras analizadas. Cabezas ya ha indicado que según las informaciones disponibles, la nueva subvariante tiene más mutaciones que la ómicron inicial y sería más transmisible, pero que hoy por hoy "no hay evidencia de una mayor severidad ni de un mayor escape en las vacunas".
La cuestión es que en Dinamarca ha aparecido una nueva variante de ómicron que se transmite todavía con más facilidad que la original y que ha sido bautizada científicamente como la cepa BA.2, pero que es más conocida como "sigilosa". De momento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha catalogado esta nueva variante de ómicron como "variante de preocupación". Hasta el momento se ha detectado en el Reino Unido y la India, además de Dinamarca (y ahora, en Catalunya). Las últimas variantes de preocupación han sido ómicron y el delta, mientras que últimamente únicamente se han catalogado algunas como "variantes de interés".
No es más grave
Cabezas ya había asegurado esta mañana que la nueva mutación de esta variante acabaría llegando tarde o temprano a Catalunya. "Si se ha detectado en cuarenta países, si no la tenemos ahora, la tendremos la próxima semana", ha expuesto. De hecho, la secretaria de Salud Pública había informado de que ya había dos casos sospechosos de serlo de esta nueva subvariante, que ahora se han confirmado. También ha quitado importancia a la situación y ha explicado que la mayoría de informes de los países en los que han detectado esta variante apuntan a que es más transmisible, pero no implica necesariamente que sea más grave. La doctora ha adelantado que se trata de una nueva forma del virus con más mutaciones, una de las cuales complica su detección con los métodos más simples que se han ido utilizando hasta el momento. Esta característica es uno de los factores que puede facilitar que contagie tan rápidamente, ya que cuesta seguirle el rastro.
No es la única nueva cepa de la variante ómicron, también se han detectado la BA.1 y la BA.3, aunque la que más preocupa es la BA.2. Sus mutaciones la hacen invisible para los tests de antígenos y, por eso, se la ha llamado "ómicron sigilosa". Esta capacidad de pasar bajo el radar de los profesionales de la salud ha despertado cierta preocupación. Por su parte, sin embargo, Cabezas ha expuesto de modo calmado que el hecho de que acabe llegando esta subvariante es inevitable y ha subrayado que es más leve.