El ritmo de vacunación está bajando; y no es porque no haya bastantes efectivos ni vacunas suficientes, es porque el interés en la vacuna ha disminuido y mucha gente no se quiere inocular. Como consecuencia, varios lotes de vacunas contra el coronavirus están a punto de caducar.

El Departament de Salut preveía que en septiembre aumentaría la demanda y ahora se encuentra con que algunos viales que no se han podido administrar se tendrán que tirar porque habrán pasado los 31 días establecidos una vez descongelados, según asegura El País. Algunos equipos de vacunación han explicado al citado diario que ya hay unos centenares de dosis que se han retirado a la espera de que el ministerio proponga una solución para estos casos. Además, advierten que hay "numerosas dosis en peligro".

La Generalitat hizo un cálculo de las dosis necesarias pero se ha encontrado con que muchos catalanes no tienen ninguna prisa por vacunarse. De las más de 725.000 dosis semanales que se administraban en el mes de julio, Salut ha pasado a administrar sólo 123.000 semanales.

Salut explica que se esperaba "un repunte de la demanda de dosis que no se ha producido". El País asegura que Catalunya es de los territorios con menor cobertura contra el coronavirus (71%), sólo por detrás de las Balears (68%) y lejos, por ejemplo, de Asturias, donde ya se ha inmunizado un 82% de la población.

La ralentización de la vacunación es un problema que no sólo afecta a Catalunya, ya que el Govern ha pedido a Pfizer que retrase el envío previsto para esta semana con el fin de no acumular tanto excedente.

¿La tercera dosis, la solución?

Una posible solución para gastar las vacunas a punto de caducar podría ser la tercera vacuna que se administrará a las personas mayores que viven en residencias. Las personas que vivan en residencias recibirán una tercera dosis de la vacuna contra la covid. Así lo acordó este jueves la Comissió de Salut Pública, que justifica la administración de una dosis adicional de la vacuna a las personas mayores por su perfil de fragilidad, las múltiples patologías que sufren y el hecho de vivir en un entorno cerrado.

De esta manera se amplía el colectivo de personas a quienes ya se les administra una tercera dosis: trasplantados y personas que reciben tratamientos inmunodepresores. La decisión llega después de que en la última reunión del Consejo Interterritorial de Salut, celebrada este miércoles, ninguna comunidad autónoma se opuso a inocular una tercera dosis de la vacuna a las personas mayores que viven en residencias a partir del 4 de octubre.

Por su parte, el Departament de Salut i el Departament de Drets Socials han puesto en marcha toda la operativa necesaria para empezar "lo antes posible" la administración de esta dosis adicional de la vacuna. La previsión, según ha informado el Govern, es que ya se vacune en todo el territorio de forma generalizada en las residencias a partir de la próxima semana.

 

Foto principal: Un sanitario prepara una dosis de la vacuna contra la covid / EFE