Alrededor del 60% de nuestro cuerpo es agua, es una parte esencial del organismo que necesitan tanto órganos, como músculos o sangre para llevar a cabo de forma adecuada sus funciones.  Normalmente, mantenemos un equilibrio entre el agua que tomamos o eliminamos cuando llevamos a cabo una ingesta adecuada –acerca de lo que podemos encontrar información en este informe de la Fundación Española de la Nutrición– aunque hay ocasiones en las que se produce un desequilibrio de líquidos que puede provocar desde una deshidratación hasta una acumulación que puede hacernos subir de peso o incluso un edema más o menos importante.

Con algunas dietas con las que se pierde peso rápidamente, lo que suele pasar es que se produce una eliminación de líquidos más que de grasa. Y al revés, hay veces que subimos de kilos en la báscula debido a una retención. Pero… ¿por qué puede producirse esta acumulación de agua en los tejidos?

Abuso de sal y carbohidratos

Una de las causas más comunes de las retenciones es el exceso de sal en la dieta. El sodio se une al agua y entorpece la eliminación. Los carbohidratos también pueden tener un impacto en la retención de líquidos, específicamente si se comienza a tomarlos nuevamente después de un período de restricción. Los carbohidratos que no usamos de inmediato para obtener energía los almacenamos como glucógeno, que atrae agua, por lo que cuanto más glucógeno almacenamos, más agua absorbemos. Cuando seguimos dietas restrictivas y al principio perdemos peso rápidamente, en realidad es solo el peso del agua debido a la pérdida de glucógeno almacenado en nuestros músculos.

Menstruación

Muchas mujeres retienen líquido la semana anterior a su periodo debido a la fluctuación de las hormonas. La retención de líquidos puede alcanzar su punto máximo el primer día de la regla.

La menstruación provoca uno de los casos más típicos de retención de líquidos

Medicación anticonceptiva

Al igual que existe una conexión entre el embarazo, la menstruación y la retención de agua, los anticonceptivos hormonales a veces también pueden causar una retención de líquidos. Tanto el estrógeno como la progestina en las píldoras anticonceptivas pueden provocarlo, aunque en poco tiempo tiende a estabilizarse y volver a la normalidad.

Exceso de cortisol

El cortisol, la hormona del estrés, está involucrada en mantener estables los niveles de azúcar en la sangre, equilibrar el metabolismo, reducir la inflamación e incluso formar recuerdos. La retención de agua como resultado de niveles elevados de cortisol no es común, pero puede suceder.

Algunos fármacos

Ciertos medicamentos como aquellos recetados para regular la presión arterial, como los bloqueadores de los canales de calcio, los corticosteroides y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o algunos medicamentos para la diabetes, llamados tiazolidinedionas, también provocan retención de líquidos.