Los países de la Unión Europea (UE) han llegado este miércoles a una posición común sobre el certificado de vacunación contra la Covid: esta acreditación no funcionará como un pasaporte sanitario que permita automáticamente que los ciudadanos recuperen la libertad de movimientos en el seno de la UE.
Tal como indica el documento aprobado por los estados miembros del Consejo de la UE, "para enfatizar el principio de no discriminación, en particular hacia las personas no vacunadas, la parte operativa del reglamento principal establece explícitamente que la posesión de un Certificado Verde Digital no es una condición previa para ejercer los derechos de libre circulación". Por lo tanto, aunque se pretende "facilitar la movilidad entre países", el documento no es un pasaporte.
Esta regulación —que se basa en la propuesta de la Comisión Europea y que ahora está pendiente de negociación con la Eurocámara— entraría en vigor seis semanas después de ser adoptadas, es decir, en junio.
Cada estado podrá imponer restricciones de movilidad
El documento también recuerda que los estados miembros pueden restringir por motivos sanitarios la movilidad de los ciudadanos, una de las cuatro libertades fundamentales de la UE, pero subraya que "cualquier medida que se adopte no se tiene que extender más allá de lo estrictamente necesario para salvaguardar la salud pública".
"Un estímulo para restablecer el espacio Schengen"
Respecto al estado español, el socialista Juan Fernando López Aguilar, que en calidad de presidente de la Comisión de Libertades Civiles estará al frente de los eurodiputados que negociarán con los países para poner en marcha este certificado, ha advertido también que es "una herramienta, no una panacea". "Se trata de un estímulo a la recuperación de la confianza para transitar por las fronteras exteriores de la Unión y para que los estados restablezcan [el espacio] Schengen con las garantías de un certificado homogéneo", ha añadido.
Sin embargo, ha adelantado que la Eurocámara introducirá enmiendas, basadas en la "preocupación obsesiva" de la Eurocámara a fin de que se respeten los derechos fundamentales de los europeos de "igualdad y no discriminación".
Por lo tanto, pedirán que los datos utilizados en los certificados los almacene el país de origen, y no el de destino, que el documento solo sirva para viajes y que tenga fecha de caducidad hasta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dé por acabada la pandemia.