Hasta ahora eran muchos los que afirmaban que la meditación y la práctica del mindfulness aportan numerosos beneficios para quienes los llevan a cabo, incluso en aspectos como la hipertensión o la tensión alta puntual. Sin embargo, no ha sido hasta hace unas semanas cuando ha llegado la confirmación científica de estos aspectos. El estudio ha sido publicado en la revista PLOS One.

En el informe, los autores presentan los resultados de un programa de reducción de la presión arterial basado en el mindfulness (o atención plena) diseñado específicamente para evaluar la aceptación, la viabilidad y los efectos sobre los mecanismos hipotéticos de autorregulación proximal.

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Un estudio demuestra que el mindfulness ayuda a controlar la presión arterial

Los participantes que se inscribieron en el citado programa experimentaron reducciones significativas en los niveles de tensión arterial que siguieron estando vigentes en los exámenes de seguimiento hasta un año después del ensayo.

Cuando los médicos diagnostican a alguien con presión arterial alta, generalmente recomiendan una alimentación más saludable, lo que incluye reducir la ingesta de sal, así como el ejercicio regular y la pérdida de peso. Sin embargo, algunas personas pueden encontrar que estos cambios permanentes en el estilo de vida son difíciles de mantener. Por otra parte, en ocasiones, los médicos también recetan fármacos para ayudar a controlar la presión arterial.

El problema es que en algunas personas, la hipertensión tiene un componente genético y los cambios en el estilo de vida no reducen la presión arterial al rango normal.

La investigación

El plan del programa de reducción de la presión arterial basado en el mindfulness incorporó la atención plena para abordar la presión arterial alta directamente y ayudar a las personas a fortalecer su capacidad de mantener los hábitos saludables que pudieran mantenerla bajo control.

Los científicos desarrollaron un programa de 10 sesiones que siguió a 43 participantes con presión arterial alta o elevada durante todo un año. Más del 80% de los participantes tenía hipertensión, con lecturas de tensión arterial de 130/85 o superior. El otro 20 por ciento contaba con una tensión algo más baja pero cercana a la de sus compañeros.

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El entrenamiento en mindfulness ayudó a los participantes a mantener hábitos saludables

Durante el desarrollo del programa se enseñó a los participantes una variedad de técnicas que incluyeron entrenamiento de mindfulness y explicaciones de cómo determinados comportamientos pueden contribuir a tener presión arterial alta. Asimismo, alentaron a los participantes a no dejar de tomar los medicamentos recetados por sus médicos.

Después de un año, la presión arterial de los participantes era más baja que al inicio. Además, sus habilidades de autogestión se mantuvieron se fortalecieron. Los participantes que habían tenido problemas para seguir las recomendaciones de estilo de vida saludable antes del estudio lograron mantener cambios en su estilo de vida.