Desde un tiempo a esta parte, está en auge recurrir al ayuno como método para mejorar la salud o para adelgazar. Como ocurre tantas veces, son los famosos los que hacen que se ponga de moda un método como este u otros que cada año se dan a conocer en los medios o a través de las redes sociales.

Existen distintos tipos de ayuno y siempre han estado cuestionados, con la comunidad científica dividida en cuanto a su conveniencia o no. El último estudio que ha salido a la luz pública hace unos días en la revista Cell Metabolism muestra que un ayuno estricto en días alternos puede ser adecuado tanto para controlar el consumo de calorías como para otros aspectos de la salud del ser humano.

La opción del ayuno en días alternos

La investigación se llevó a cabo por científicos de la Universidad de Medicina de Graz, en Austria. En la misma participaron 60 voluntarios que gozaban de buena salud que durante cuatro semanas fueron repartidos al azar en dos grupos distintos. En uno de ellos realizaron ayuno en días alternos y en el otro, podían comer sin restricciones.

Los asignados al grupo de ayuno alterno seguían un patrón que variaba entre un ayuno de 36 horas y un periodo de 12 horas de alimentación sin restricción alguna.

Los sorprendentes resultados

Los que formaron parte del grupo de ayuno en días alternos recuperaron parte de las calorías perdidas durante el tiempo de restricción, aunque para sorpresa de los investigadores, no las compensaron todas. Al acabar el periodo de cuatro semanas se contabilizó que habían perdido un 35 por ciento de las calorías, adelgazando una media de 3,5 kilos.

Pero no acabaron ahí los datos positivos que reveló el estudio. Los investigadores certificaron que los que se habían sometido al ayuno habían reducido los niveles de la molécula 1 de adhesión intercelular, un marcador relacionado con la inflamación y la enfermedad relacionada con la edad.

Asimismo, presentaron niveles menores de la triyodotironina, un hormona tiroidea cuyos niveles bajos se conoce que están asociados con la longevidad. Además, sus niveles de colesterol también fueron más bajos y la grasa del tronco y el vientre también había descendido.

Por último, los voluntarios del ayuno en días aternos experimentaron una regulación positiva en los cuerpos cetónicos, unos compuestos químicos producidos por la cetogénesis de las mitocondrias de las células del hígado y cuya función es la de suministrar energía al corazón y al cerebro en algunas situaciones excepcionales.

En todo caso, y pese a la cantidad de beneficios descubiertos en el ayuno en días alternos por este estudio, los investigadores austriacos no han sido capaces todavía de saber por qué se producen exactamente.

Finalmente, los científicos involucrados en el trabajo quieren dejar claras dos advertencias a los ciudadanos. Por un lado, que no se practique el ayuno alterno por cuenta de cada uno, ya que “se necesita más investigación antes de que pueda aplicarse en la práctica diaria”. Y, por otro, que en ningún caso se lleve a cabo en el caso de que la persona sufra en ese momento una infección viral.

Como en tantas ocasiones, la recomendación pasa por consultar con un médico antes de comenzar a llevar a cabo una dieta de estas características tan restrictivas.