Bien sea con nicotina o sin ella, un estudio experimental ha demostrado que los cigarrillos electrónicos con elementos calefactores de aleación de níquel y cromo pueden provocar una lesión pulmonar significativa en los usuarios. Así ha quedado de manifiesto en un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association y realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California y los Institutos de Investigación Médica de Huntington.
El estudio formaba parte de una investigación más amplia para analizar el efecto del uso de cigarrillos electrónicos y otros productos de vapeo en el sistema cardiovascular. Mientras realizaban experimentos, los investigadores observaron el aumento del riesgo de sufrir una lesión pulmonar asociada al uso de productos de vapeo inmediatamente después de cambiar de un dispositivo de vapeo con un elemento calefactor de acero inoxidable a uno que usaba una aleación de níquel-cromo.
Según los expertos, “los resultados fueron tan impactantes que se decidió publicar los resultados sin esperar más para que los usuarios de cigarrillos electrónicos pudieran ser advertidos antes, especialmente sabiendo que tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves derivadas de la COVID-19”.
Después de analizar el tejido pulmonar de los sujetos del estudio, los expertos encontraron cambios graves como lesiones pulmonares, congestión de glóbulos rojos, obliteración de los espacios alveolares y neumonitis en algunos casos.
La lesión pulmonar ocurrió sin aditivos de nicotina, THC o vitamina E, y se está estudiando que pueda estar relacionada con una mayor potencia de configuración de energía en los dispositivos de cigarrillos electrónicos. Estos estudios preliminares serán seguidos con estudios futuros adicionales para tratar de determinar sistemáticamente la causa del problema pulmonar.
Lo que sí se pone de manifiesto con la investigación es que los dispositivos específicos y las configuraciones de energía pueden jugar un papel clave en el desarrollo de las lesiones pulmonares, tanto como lo hacen los aditivos que se emplean. Se ha demostrado que vapear causa un aumento de la presión arterial, disfunción endotelial y el riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. Los elementos calefactores están generalmente hechos de acero inoxidable, pero también existen en el mercado otros productos elaborados con níquel, cromo o nicromo, níquel Kanthal o titanio.
En 2019, se reconoció una nueva patología llamada “lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo” (EVALI) que han desarrollado usuarios de estos dispositivos. En marzo de 2020, hubo 2.800 casos y 68 muertes en Estados Unidos, país en el que se ha realizado un mayor seguimiento al respecto.