El Institut d'Oncologia Vall d'Hebron ha presentado esta semana una combinación terapéutica que mejora los beneficios clínicos en algunos pacientes con cáncer de pulmón avanzado. En concreto, la nueva fórmula reduce la progresión de un tipo de cáncer de pulmón avanzado con metástasis y ofrece mejoras, en comparación con el tratamiento actual. Así lo ha demostrado el estudio, liderado por la codirectora del Programa de Investigación Clínica del VHIO, Enriqueta Felip, que se presentó este viernes durante la primera jornada del Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO), celebrada en Chicago (Estados Unidos).
El ensayo clínico, llamado MARIPOSA y que se encuentra en fase 3, va dirigido concretamente a pacientes con cáncer de pulmón de célula no pequeña con mutaciones en EGFR. Esta mutación se encuentra en torno al 15% de pacientes con cáncer de pulmón de célula no pequeña, siendo una de las oncogénicas más frecuentes en este tipo de cáncer. Hasta ahora, con este tipo de pacientes se utilizaba un medicamento inhibidor oral del gen EGFR, pero ahora han comprobado que el problema de esta estrategia es que la enfermedad sigue progresando, algunas veces porque el tumor desarrolla nuevas alteraciones moleculares que le hacen resistente al tratamiento.
Ante eso, el equipo del Vall d'Hebron ha demostrado la eficacia de un método nuevo contra el cáncer de pulmón avanzado que combina un fármaco anti-EGFR de tercera generación, el lazertinib, junto con un anticuerpo, conocido como amivantamab. El estudio ha demostrado que la combinación de los dos fármacos redujo el riesgo de progresión de la enfermedad y de muerte en un 30%, en comparación con el tratamiento estándar que se acostumbra a aplicar (osimertinib). En el ensayo, los investigadores analizaron los resultados de supervivencia libre de progresión, es decir el tiempo que pasa desde el inicio del tratamiento hasta que el tumor vuelve a progresar, en grupos de pacientes considerados de alto riesgo, porque presentaban metástasis cerebrales o hepáticas, o de la mutación de EGFR en el ADN tumoral circulante.
Asimismo, detectaron que, de manera general, los pacientes que participaron en el ensayo mostraban una media de supervivencia libre de progresión de entre 9,1 y 14,8 meses en el grupo de los tratados con el fármaco estándar, mientras que en los que se probó la nueva combinación terapéutica las cifras iban desde los 16,5 a los 20,3 meses. De esta manera, analizado por factor de riesgo, la combinación de amivantamab con lazertinib mejoró significativamente la supervivencia libre de progresión a todos los subgrupos. En el caso de pacientes con metástasis cerebral, se redujo el riesgo de progresión de la enfermedad y muerte en un 31%; en pacientes con metástasis hepáticas al inicio del tratamiento, en un 42%, y en aquellos en que se había detectado la mutación EGFR en el ADN tumoral circulante en la sangre, el riesgo disminuyó un 32%.
"Si bien serán necesarios análisis de seguimiento posteriores para determinar la importancia estadística y clínica de la supervivencia general, esta nueva combinación podría convertirse en una nueva oportunidad para los pacientes con cáncer de pulmón", afirmó Felip, optimista de cara a un futuro.