La combinación de vacunas con la tercera dosis no reduce la posibilidad generar anticuerpos ni produce más efectos secundarios, según los resultados obtenidos en el primer ensayo clínico sobre la vacunación de las terceras dosis, realizado por la revista científica The Lancet. La comunidad científica tiene cada vez más pruebas que, con el paso del tiempo, la protección de algunas vacunas contra el coronavirus va bajando progresivamente. Es por eso que el EMA y también el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades ya han recomendado poner la tercera dosis en la población adulta.
Ante la situación de la pandemia, la mayoría de países ha optado por inocular esta tercera dosis para proteger a los pacientes más vulnerables y mitigar los impactos sanitarios y económicos. La tercera dosis lleva un ritmo a Catalunya, donde ya se han vacunado además de 650.000 personas, según este estudio la tercera dosis refuerza de manera muy significativa la inmunidad.
La combinación aumenta la inmunidad
En el estudio realizado por The Lancet han participado 2878 personas que ya habían recibido dos dosis de ARN mensajero (Pfizer-BioNTech), o de adenovirus (AstraZeneca), en junio recibieron la tercera dosis. Para esta última, se ha hecho la comparación entre siete vacunas que ya estaban probadas o en un proceso avanzado de investigación, tres de ARN mensajero (Pfizer-BioNTech, Moderna y CureVac); dos de adenovirus (AstraZeneca y Janssen), una de proteínas (Novavax) y una de virus inactivado (Valneva).
Se ha analizado la eficacia vacuna por vacuna. El estudio concluye que los que recibieron dos dosis de Astrazeneca y ahora les han puesto la tercera de Pfizer, han multiplicado por 25 la inmunidad que ya tenían. En el caso de aquellos participantes que ya tenían dos dosis de Pfizer y les han aplicado la tercera también de Pfizer, han multiplicado por 11 su inmunidad. En el caso de Moderna, si se aplica una tercera dosis después de haber recibido las dos anteriores de Astrazeneca su protección aumenta, hasta 32 veces. El estudio también concluye que, sea cual sea la tercera dosis, hace aumentar las llamadas células T, que son clave a la hora de combatir el virus.
En el estudio se analizan hasta 14 combinaciones de vacunas, de todas las combinaciones estudiadas, las que produjeron más anticuerpos fueron una doble dosis de AstraZeneca seguida de una tercera de Moderna o de Pfizer-BioNTech, en cambio, la única que no ha obtenido un resultado óptimo con respecto a la producción de anticuerpos ha sido una combinación de dos dosis de Pfizer-BioNTech seguidas de una de Valneva, que todavía no está aprobada en ningún país.
Foto: personal sanitari aplicant una vacuna / EFE
La dosis de refuerzo
Al ensayo clínico las terceras dosis fueron administradas a los participantes entre dos y tres meses después de la pauta inicial de vacunación, es un periodo de tiempo más corto de lo que se aplica a España y otros países, el motivo es por la urgencia para obtener los datos, según han asegurado los investigadores. Dado que ampliar el tiempo entre dosis suele mejorar la respuesta inmunitaria, los resultados serían probablemente mejores si el ensayo clínico hubiera reproducido las condiciones en que están administran actualmente las terceras dosis.
Las vacunas que se administran para la dosis de refuerzo son las que tienen ARN mensajeros, por lo tanto, las de Pfizer y Moderna. De momento son las dos compañías farmacéuticas que cuentas con el aval de la Agencia Europea del Medicamento.
Foto principal: un miembro del personal sanitario se prepara para administrar una dosis de la vacuna contra el coronavirus / Efe