Se puede decir que Catalunya vive una quintudemia: cinco virus diferentes tensionan las urgencias. Influenza, rinovirus, VRS, SARS-CoV-2 y norovirus, con sus respectivas enfermedades. Gripe, resfriado, covid... ¿Cómo diferenciar los cinco virus de este invierno?

Síntomas de la gripe y cómo tratarla

Los datos actualizados este martes del Sistema d'Informació per a la Vigilància d'Infeccions a Catalunya (SIVIC) indican que durante la última semana se ha superado el pico de casos de gripe en el país, con 375 casos por 100.000 habitantes. El virus influenza es el predominante en Catalunya, con un 38% de las muestras. La enfermedad empieza de forma brusca y los síntomas incluyen fiebre alta (39 - 40 °C), dolor muscular y tos seca, entre otros.

El Departament de Salut recuerda que no hay ningún tratamiento que cure la gripe, pero los analgésicos y los antitérmicos como el paracetamol ayudan a aliviar los síntomas. Según el mismo departamento, se puede pasar la enfermedad sin ser atendidos por ningún profesional sanitario y que, en caso de duda, la gente se puede dirigir al 061, a la farmacia o a al CAP. En cualquier caso, la mejor manera de protegerse y evitar la propagación de la gripe es seguir unas buenas prácticas de higiene y vacunarse si se tiene alguna condición de riesgo.

Resfriado: síntomas y tratamiento

El rinovirus es el segundo virus más presente en Catalunya (con un 14,7% de las muestras) y es uno de los muchísimos virus que pueden causar el resfriado, motivo por el cual no existe vacuna. Los síntomas son más leves que los de la gripe y pueden incluir nariz con mucosidad, dolor de garganta, toses, estornudos, fatiga, dolor de cabeza, ojos llorosos y febrícula (menos de 38 °C).

Según Salut, tampoco hay ningún tratamiento que cuide el resfriado, pero el paracetamol ayuda a mejorar síntomas como el dolor de cabeza, la fiebre y las otras molestias. También hay otras recomendaciones útiles para aliviarlos: descansar, beber agua, zumos, caldos o infusiones, no fumar, ducharse o hacer un baño para ablandar los mocos, ponerse a menudo suero fisiológico o agua con sal en la nariz, tomar caramelos sin azúcar para la irritación de la garganta, evitar toser y carraspear... Solo hay que consultar al médico si hay sensación de ahogo, fiebre alta o si sois una persona mayor o con enfermedad crónica. En otros casos, se tiene que evitar la utilización de los servicios de urgencias hospitalarios.

VRS, bronquiolitis y bebés

El tercer virus es el virus respiratorio sincitial (VRS), que es muy contagioso y habitualmente también causa resfriados. Sin embargo, hay que ir alerta con él porque puede producir bronquiolitis en los niños menores de dos años —llegando a ser grave en lactantes y bebés más pequeños—. Habitualmente, los bebés tienen congestión nasal, tos, fiebre y falta de hambre. En los casos más graves, pueden respirar más rápidamente del que es habitual, tener cansancio, estar irascibles y presentar dificultad para respirar.

Los bebés infectados con VRS y que sufran bronquiolitis pueden requerir hospitalización e, incluso, ingreso en la UCI. Así pues, hace falta llamar al 061 o acudir a un profesional sanitario si los síntomas son graves o se agudizan. No se tienen que administrar jarabes, mucolíticos o antibióticos, sino que el tratamiento tiene que ser de apoyo para mejorar los síntomas respiratorios. Salut recomienda hacer lavados frecuentes de la nariz del niño con suero fisiológico, colocar al bebé en posición semiincorporada para facilitar la respiración, alimentarlo más a menudo (en pequeñas cantidades), procurar que se mantenga hidratado y evitar que se exponga al humo del tabaco. Para proteger a los niños, hace falta mantener una higiene frecuente, ponerse la mascarilla si se tienen síntomas de resfriado, ventilar los espacios cerrados, evitar que el bebé permanezca en espacios donde se ahúme, evitar llevar al bebé a espacios cerrados y con mucha gente y, especialmente, inmunizarlo.

Cómo distinguir la covid-19

El cuarto virus es un viejo conocido: el coronavirus SARS-CoV-2, que provoca la covid-19. Para saber si una persona sufre covid, hay que hacer una prueba PCR o TAR. Los síntomas suelen aparecer entre 4 y 7 días después del contagio, se alargan durante dos o tres semanas y en la mayoría de casos son leves: fiebre o febrícula (más de 37,5 °C), dolor de cabeza, dolor de garganta, tos seca, dolor generalizado en las articulaciones y musculatura, vómitos, diarrea, resfriado nasal, fatiga, pérdida de hambre, pérdida de olfato y pérdida de gusto. Desgraciadamente, hay casos que pueden ser graves, con dificultad respiratoria repentina y fiebre mantenida a lo largo de los días que no baja con antitérmicos.

Como en los casos anteriores, Salut señala que no hay ningún tratamiento que se haya demostrado efectivo, pero sí que hay para controlar los síntomas. Para prevenir la infección, hay que aplicar las medidas genéricas de protección ante cualquier enfermedad respiratoria. Concretamente, la vacunación es la medida más efectiva para reducir los riesgos de enfermar y evitar complicaciones en caso de contraer la infección.

Síntomas y tratamiento del norovirus

Finalmente, el norovirus está bien presente a estas alturas, aunque no hay cifras de la transmisión porque las enfermedades que provoca (como la gastroenteritis) no son de declaración obligatoria. A diferencia de los anteriores virus, no es respiratorio: es gastrointestinal, de manera que se diferencia muy fácilmente. Los síntomas aparecen después de un periodo de incubación de 12-48 horas y se caracterizan por un inicio agudo, diarrea no sanguinolenta, vómitos, náuseas y dolor abdominal, a veces acompañado de febrícula.

La enfermedad se cuida sin tratamiento después de uno o tres días, aunque puede durar un poco más. Para prevenir la enfermedad, es recomendable lavarse las manos con agua y jabón, especialmente después de ir al lavabo o de cambiar pañales y antes de preparar alimentos. Otras precauciones para evitar la infección son lavar esmeradamente o pelar las frutas y verduras que se consumen crudas, cocer adecuadamente el marisco antes de consumirlo y limpiar y desinfectar las superficies de la cocina frecuentemente con un producto a base de cloro u otro desinfectante. En esta línea, las personas enfermas se tienen que lavar las manos, evitar asistir a la escuela o el trabajo (especialmente si manipulan alimentos), limpiar y desinfectar las superficies contaminadas y recoger la ropa ensuciada con vómitos o diarrea.

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