Los microplásticos se cuelan por todos los rincones del mundo, desde un glaciar hasta en el fondo más recóndito del océano. Nuestros cuerpos no están exentos de ello, varias investigaciones muestran cómo los microplásticos se acumulan en varias partes del cuerpo humano. Consumidos a través de la comida o el agua, estos elementos ajenos a nuestro cuerpo pueden afectar a nuestra salud de maneras que todavía se están investigando. Ahora, un estudio muestra que la contaminación con microplásticos y nanoplásticos es significativamente más alta en las placentas de los nacimientos prematuros que en las de los nacimientos a término.

La principal causa de mortalidad infantil en todo el mundo es el parto prematuro y se desconocen los motivos en aproximadamente dos tercios de todos los casos. Es por eso que varias investigaciones en el campo de la medicina tratan de encontrar respuestas a por qué se produce este fenómeno. Según informa The Guardian, un estudio que mostraba la relación entre la contaminación del aire y millones de partos prematuros motivó a los investigadores a estudiar la posible relación con los microplásticos.

Una primera asociación y más estudios futuros

La nueva investigación apunta a una asociación entre los microplásticos y los nacimientos prematuros. Se necesitan más investigaciones en cultivos celulares y modelos animales para determinar si el enlace es causal. Se sabe que los microplásticos causan inflamación en las células humanas y la inflamación es uno de los factores que provoca el inicio del parto.

"Nuestro estudio insinúa la posibilidad de que la acumulación de plásticos pueda contribuir a la aparición del parto prematuro", ha expuesto la doctora Kjersti Aagaard, del hospital infantil de Boston, en los Estados Unidos, en declaraciones recogidas por el diario estadounidense. "Combinado con otras investigaciones recientes, este estudio se añade al creciente conjunto de evidencias que demuestran un riesgo real de la exposición a los plásticos para la salud humana y las enfermedades".

Los investigadores analizaron 100 placentas de partes a término (37,2 semanas, por término medio) y 75 de partos prematuros (34 semanas), todas de la zona de Houston. El análisis con espectrometría de masas altamente sensible encontró 203 microgramos de plástico por gramo de tejido (µg/g) en las placentas prematuras, más de un 50% más que los 130 µg/g de las placentas de los partos que habían seguido los plazos previstos. Se detectaron doce tipos de plásticos, con las diferencias más significativas entre la placenta de parte completa y la de prematuridad para PET, el tipo de plástico que se utiliza en botellas de plástico, PVC, poliuretano y policarbonato.