Las causas de la obesidad y su tratamiento son uno de los grandes retos de la ciencia actual. Como reconoce la OMS, es una de las mayores amenazas a la salud pública mundial y los datos lo demuestran: desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo. Más de 1900 millones de adultos de tienen sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones son obesos.

Se calcula que el 39% de las personas adultas tienen sobrepeso y el 13% son obesas. Actualmente, la mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que el hambre. Y más de 41 millones de niños menores de cinco años en el mundo la sufren.

Ante este panorama, los científicos llevan en los últimos años analizando las razones que llevan a una persona a engordar y a no perder peso. Un último estudio concluye que no dormir lo suficiente o tener patrones de sueño inconsistentes está asociado con un índice de masa corporal (IMC) más alto.

Las rutinas de sueño son muy importantes para controlar el peso. 

La investigación

Los investigadores del estudio, publicado en la revista JAMA Internal Medicine, recopilaron datos del sueño de más de 120.000 personas durante un período de 2 años. “Examinamos la hipótesis de que la duración del sueño más corta (horas dormidas por la noche) y una mayor variabilidad día a día de la duración del sueño (desviación estándar de las horas dormidas por la noche) están asociadas con un mayor índice de masa corporal (IMC)”, señalan.

Al realizar la investigación, descubrieron que aquellos en el estudio con un IMC superior a 30 (lo que se considera el rango de obesidad) tenían duraciones de sueño ligeramente más cortas y más variabilidad en su sueño. Se trata de un análisis consistente porque no se ha hecho en función de encuestas personales, sino a través de registros tecnológicos de una muestra muy elevada.

Los expertos dicen que los resultados del estudio no son sorprendentes. Un sueño deficiente provoca una privación del sueño cualitativa y cuantitativa que, a su vez, causan somnolencia diurna y baja productividad. Un porcentaje elevado de la población que sufre estos efectos, combate esta falta de energía con alimentos ricos en cafeína y azúcar y hacen menos ejercicio. También se han podido comprobar en diversas investigaciones que la gente se queda despierta hasta tarde come más por la noche. Los comportamientos impulsivos también pueden influir a la hora de comer en exceso y las personas que no duermen lo suficiente tienden a volverse más impulsivas.

El tiempo de sueño óptimo en adultos es de 7 a 8 horas

¿Cuánto se necesita dormir entonces? Una pista que te ayuda a saber lo que necesitas dormir es analizar lo que se hace durante los fines de semana. Si se duerme hasta muy tarde los fines de semana de forma rutinaria, obviamente es porque se está produciendo una falta de sueño durante la semana. La cantidad de horas de sueño necesarias puede variar según la edad. Para la mayoría de los adultos, lo óptimo es de 7 a 8 horas, 9 para los adolescentes, 10 horas para los niños, entre 11 y 12 horas para los niños pequeños, 14 a 15 horas para los bebés y de 16 a 20 horas para los recién nacidos.