Este fin de semana, concretamente en la madrugada del sábado al domingo, se producirá el cambio al horario de verano y tendremos que adelantar una hora nuestros relojes, como ocurre siempre el último fin de semana de marzo. A las dos serán las tres.

Al margen de las polémicas que cada año surgen desde diferentes países europeos en los que se pide que no se produzca este cambio, lo cierto es que, de momento, no hay novedad, así que este domingo dormiremos una hora menos y anochecerá más tarde.

La mayor parte de las personas no suele notar ningún efecto en sus vidas, pero sí que es cierto que algunos, sobre todo niños y ancianos, pueden notar una cierta fatiga, falta de concentración o irritabilidad que se pasa en unos días. Por eso queremos dar una serie de consejos para hacer esta transición de la mejor manera posible.

El sueño es uno de los aspectos a los que puede afectar el cambio horario

Cambiar el horario un día antes

Sobre todo en el caso de los niños pequeños, y para hacer el cambio gradual, se les puede acostar el viernes media hora antes y así no notarían un cambio tan brusco, porque una hora para un menor de cinco años que ya tiene sus rutinas, o para una persona mayor, puede suponer un cambio importante.

Dormir una siesta el domingo

Como el sábado se va a dormir una hora menos y el lunes se empieza con la jornada laboral, un buen consejo es dormir una siesta corta el domingo para evitar una cierta fatiga al finalizar el fin de semana. Eso sí, no más de 30 minutos, porque está demostrado que más allá de ese tiempo no se producen más beneficios en el descanso.

Tomar más el sol a última hora

Como anochece más tarde, tenemos la oportunidad de poder dar un paseo vespertino con luz solar durante más tiempo. Teniendo en cuenta que el sol al mediodía puede ser más perjudicial para la piel, andar a última hora del día nos permite la posibilidad de que disfrutar de los beneficios de la luz solar, entre otros, el de aumentar la síntesis de vitamina D que tan bien nos viene en esta pandemia de la Covid-19.

Si el cambio horario te afecta al dormir, cena menos

A algunas personas los cambios horarios les produce cierta irritabilidad y pueden tener problemas a la hora de conciliar el sueño. Por eso es bueno cenar alimentos ligeros y que no dificulten la digestión, no tomar bebidas excitantes y evitar el uso excesivo de pantallas y dispositivos electrónicos.

Relizar una cena más frugal puede ayudar a la hora de dormir mejor cuando se produce el cambio horario

También puede ser una oportunidad

El cambio de hora puede ser de gran ayuda para cambiar rutinas e irnos antes a la cama y despertarnos también más temprano, lo que beneficia a nuestros ritmos circadianos que en realidad están programados para este tipo de horario. Por eso sería bueno planificarse unas rutinas y aprovechar más las mañanas para hacer actividades con una mayor energía.