El mal olor de pies habitual se llama bromhidrosis plantar y se debe la descomposición de las bacterias del sudor que se encuentran en esta zona del cuerpo. La falta de luz, el calzado demasiado prieto o la excesiva transpiración convierten a las bacterias en ácidos grasos y amoníacos, provocando ese mal olor característico que en ocasiones puede resultar embarazoso para muchas personas. Determinadas infecciones como los hongos también pueden ser una causa de este olor desagradable.
Aunque es un trastorno que se suele producir generalmente en la adolescencia, lo cierto es que puede afectar a la vida de una persona a cualquier edad y de forma indistinta entre los dos sexos.
Los tratamientos caseros suelen ayudar a reducir o eliminar el olor de pies, aunque en el caso de que sea continuo o más intenso de lo habitual se debe acudir al médico para que este valore cuál es la situación por la que se está atravesando, porque se puede sufrir hiperhidrosis o sudoración excesiva, una trastorno que tiene tratamiento médico.
Lo que te ofrecemos a continuación son algunos consejos caseros que puedes poner en práctica para tratar de salir airoso de una situación tantas veces incómoda.
- Adquiere una rutina de limpieza para cada mañana que consista en usar jabón suave y un cepillo para limpiarte los pies de forma concienzuda. Presta especial atención al espacio entre los dedos, donde se suelen acumular las bacterias. Y muy importante: una vez termines, seca bien el pie con una toalla.
- Mantén tus uñas cortas y límpialas con un cepillo específico. Son otro foco de acumulación de suciedad y bacterias que pueden provocar mal olor.
- Retira la piel dura y muerta de tus pies, porque cuando se mantiene húmeda se ablanda en exceso y se convierte en un espacio ideal para las bacterias. Puedes utilizar piedra pómez o una lima específica.
- Remoja los pies en una solución mezcla de vinagre y agua entre 10 y 20 minutos. El vinagre tiene propiedades antimicrobianas y sirve para matar las bacterias, e incluso los hongos, que pueden estar causando el mal olor de tus pies.
- Cámbiate de calcetines dos veces al día. No aguantes toda la jornada con las mismas medias si te suelen oler mal los pies, porque aumentarás las posibilidades de que el olor sea aún más intenso. Sobre todo, si haces ejercicio o hace mucho calor en el ambiente.
- Procura no utilizar los zapatos dos días seguidos, para que se puedan secar completamente y no mantengan ningún tipo de humedad.
- Escoge calcetines gruesos y suaves hechos de materiales naturales o calcetines deportivos para favorecer la transpiración en la piel.
- Si el tiempo lo permite utiliza sandalias y aprovecha para estar descalzo en cuanto llegues a casa, manteniendo los pies así el máximo tiempo posible al aire. Y en invierno, evita el calzado apretado y aquellos que favorezcan la retención de la humedad, como los fabricados con materiales plásticos.