La cuarentena ha sido un mal momento para abandonar muchos hábitos. Pero una vez terminada la desescalada y con la llegada de las buenas temperaturas y gracias a los efectos beneficiosos que el sol tiene sobre el estado de ánimo, puede ser una buena ocasión para, por ejemplo, dejar de fumar. Si es el caso, estos son algunos consejos para ponerse manos a la obras y tener las máximas garantías de acertar.
En primer lugar, hay que tener bien claro el objetivo y cuándo queremos comenzar. Ponerse una fecha para empezar a lograrlo es fundamental para comenzar con ganas. Es aconsejable hacerse una lista con los beneficios que puede producir en el organismo e incluso convencer a otro fumador para hacerlo a la vez. En segundo lugar, es adecuado contactar con algún especialista. Puede ser un psicólogo o incluso el médico de médico de familia, que puede ser el primero en ayudarnos en estos casos.
Porque, para aquellos que no lo sepan, desde el pasado año, la Sanidad Pública financia dos fármacos específicos para aquellas personas que quieran dejar de fumar, la vareniclina y el bupropión. Se ofrecen como una parte más de los programas de apoyo se ofrecen en las consultas de Atención Primaria a todos aquellos interesados en abandonar este hábito que tiene tan malas consecuencias para la salud.
Utilizar este tipo de ayuda es fundamental. El éxito en el abandono del tabaco en personas que lo hacen sin respaldo es del 5%, frente al 30-40% en aquellas que siguen un tratamiento farmacológico específico y cuentan con apoyo psicológico. La vareniclina es una molécula agonista de ciertos receptores nicotínicos presentes en el cerebro, que provoca el bloqueo de los efectos de la nicotina presente en el organismo. Es decir, funciona como un ansiolítico que reduce los efectos gratificantes que produce el tabaco y alivia los síntomas de la abstinencia.
El bupropión, por su parte, tiene propiedades psicoestimulantes y actúa sobre las estructuras cerebrales donde se produce la adicción, consiguiendo reducir los síntomas del síndrome de abstinencia y el deseo de fumar. Pertenece a la clase de inhibidores de la recaptación de dopamina y noradrenalina.
Si una persona está decidida a hacerlo es necesario que acuda al médico para obtener la receta. Debe cumplir una serie de requisitos, como tener motivación expresa de dejar de fumar con al menos un intento en el último año, fumar diez cigarrillos o más al día y tener un alto nivel de dependencia.
El coste del tratamiento será de aproximadamente 1,42 euros por persona y día en el caso de la vareniclina y de 0,41 euros en el caso de bupropion. El tratamiento completo tiene una duración entre nueve y doce semanas y se podrá financiar un intento anual por paciente para dejar de fumar.
También existen otros métodos, como la terapia de reemplazo de la nicotina o la terapia psicológica individual o grupal. En cualquier caso, es bueno hacer un seguimiento con un cuaderno en el que se pueden ir anotando los logros que se van realizando.