Los niños expuestos a la contaminación del aire tienen probabilidades más altas de desarrollar de enfermedades cardíacas y otras dolencias en la edad adulta, según un nuevo estudio que han llevado a cabo expertos de la Universidad de Stanford en Estados Unidos.
La investigación, publicada en la revista Nature Scientific Reports, es la primera en analizar los efectos de la contaminación del aire a nivel celular y se centra simultáneamente en los sistemas cardiovascular e inmunológico de los niños. Los resultados confirman otras investigaciones previas que concluían que el aire contaminado puede alterar la regulación genética y afectar la salud a largo plazo.
Los datos son “lo suficientemente convincentes” como para evidenciar que la contaminación del aire causa cambios en el sistema inmunológico y cardiovascular asociados no solo con el asma y las enfermedades respiratorias, afirman. Parece que incluso una breve exposición a la contaminación del aire en realidad puede cambiar la regulación y expresión de los genes de los niños y tal vez alterar la presión arterial, lo que podría sentar las bases para un mayor riesgo de enfermedad en el futuro.
El estudio
Los investigadores estudiaron a un grupo de niños de 6 a 8 años en Fresno, California, una ciudad con altos niveles de contaminación del aire del país debido a la agricultura industrial y los incendios forestales. Los expertos estimaron las exposiciones medidas a la contaminación del aire durante 1 día, 1 semana y 1, 3, 6 y 12 meses en cada participante. Cuando se combinaron con cuestionarios de salud y demografía, mediciones de presión arterial y muestras de sangre, los datos comenzaron a pintar un panorama preocupante.
Los científicos utilizaron una forma de espectrometría de masas para analizar las células del sistema inmunológico por primera vez en un estudio de contaminación. El enfoque permitió mediciones más sensibles de hasta 40 marcadores de células simultáneamente, proporcionando un análisis más profundo de los impactos de la exposición a la contaminación que antes.
Uno de los hallazgos resultó ser que la exposición a partículas finas conocidas como PM2.5, monóxido de carbono y ozono a lo largo del tiempo está relacionada con una mayor metilación, una alteración de las moléculas de ADN que pueden cambiar su actividad sin cambiar su secuencia. Este cambio en la expresión genética puede transmitirse a las generaciones futuras.
Los investigadores también encontraron que la exposición a la contaminación del aire se correlaciona con un aumento de monocitos, glóbulos blancos que juegan un papel clave en la acumulación de placas en las arterias y posiblemente podrían predisponer a los niños a enfermedades cardíacas en la edad adulta.
El estudio se realizó en niños predominantemente hispanos, porque según lo datos son los que están más expuestos a la contaminación por las localizaciones en las que viven, sobre todo por el tráfico de vehículos. Teniendo en cuenta que, entre los adultos hispanos, la prevalencia de hipertensión no controlada es mayor en comparación con otras etnias en los Estados Unidos, se pone de manifiesto la importancia de tomar medidas frente a la contaminación del aire.