Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) realizado con 2.660 niños de entre 7 y 10 años de 39 escuelas de primaria de Barcelona sugiere que la exposición a la contaminación del aire, especialmente en la escuela, podría asociarse con más riesgo de sobrepeso y obesidad en la infancia. Otras investigaciones ya habían apuntado esta relación entre la contaminación y el sobrepeso o la obesidad infantil, pero por primera vez este estudio se ha centrado en el entorno escolar y no sólo en la vivienda, al ser también uno de los entornos donde los niños pasan más tiempo. El estudio se publica en la revista Environment Internacional y se ha realizado en el marco del proyecto Breathe.
Los investigadores recogieron los datos de peso y altura del alumnado, calcularon su índice de masa corporal y el nivel de sobrepeso y obesidad. También midieron la contaminación del aire en el exterior de las escuelas, recogiendo los niveles de dióxido de nitrógeno, partículas finas y ultrafinas y carbono elemental, con sensores ubicados en el patio durante una semana de verano y otra de invierno. También se estimaron los niveles de exposición en las viviendas.
Los resultados del estudio muestran que los niños expuestos a niveles medios o altos de contaminación del aire en las escuelas eran más propensos a tener sobrepeso y obesidad en la infancia, en comparación con los que están expuestos a niveles bajos, tal y como lo explica el primer autor del estudio Jeroen de Bont. En casa la exposición a niveles más altos también se asoció a más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad.
La también investigadora de ISGlboal Martine Vrijheid, sin embargo, admite que son resultados que se tienen que tomar ''con cautela'' porque el estudio tiene ''limitaciones''. Para Vrijheis, es una investigación con un diseño ''transversal'' que muestra datos únicamente de un momento concreto en el tiempo y, por lo tanto, no se puede evaluar la naturaleza de la asociación que se ha encontrado. Para extraer conclusiones ''más sólidas'', dice Vrijheid, habría que hacer un nuevo estudio haciendo el seguimiento de los participantes a lo largo del tiempo.
Con respecto al mecanismo que explica la relación entre la contaminación del aire y el sobrepeso, algunos estudios previos en animales apuntan que la exposición a la contaminación puede inducir estrés oxidativo, resistencia a la insulina e inflamación sistémica, factores que contribuyen al desarrollo de la obesidad, según explica Bont.
La mayoría de niños y niñas estaban expuestos a niveles de contaminación del aire por encima de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tanto en casa como en la escuela. En concreto, más de un 75% estaban expuestos a niveles de PM2.5 superiores a los recomendados (10 mg/m3) y más de un 50% respiraban niveles de NO2 superiores a los considerados seguros (40μg/m3).