Durante los meses de confinamiento, Suecia fue la envidia de Europa. El país decidió no confinar su población por el coronavirus y seguir una estrategia diferente: confiar en la responsabilidad individual y la inmunidad de grupo, es decir, dejar que el virus se propague hasta que la mayoría de la población pudiera ser inmune. En el mes de mayo, sin embargo, un estudio revelaba que sólo un 7,3% de los habitantes de Estocolmo, la capital del país, habrían desarrollado anticuerpos hasta finales de abril. Suecia registra a día de hoy 90.923 casos de coronavirus y 5.880 muertos.

Y es que la semana pasada, según recoge la CNN, un experto en la propagación del coronavirus dijo que en Suecia la pandemia había terminado: el virus "estaba perdiendo importancia" y constató que los suecos podrían estar desarrollando cierta inmunidad delante del virus. Unos comentarios que cayeron bastante bien en algunos países que querrían aplicar unas medidas menos restrictivas para suavizar el impacto económico del confinamiento. El experto en la propagación del virus es Kim Sneppen, del Instituto Niels Bohr de Copenhague, y se aventuró a hacer estas afirmaciones porque la tasa de infección y muerte en Suecia habían sido bajas durante semanas, a pesar de la segunda oleada de coronavirus en Europa. Un cambio significativo porque la primavera pasada, el país registró una de las cifras de muertos más altas per cápita. Ahora bien, la ciencia no se atreve todavía a afirmar si lo que está pasando tiene que ver o no con la inmunidad.

Södermalm, Estocolmo, Suecia / Unsplash

El primer ministro británico, Boris Johnson, ya se ha apresurado a anunciar una serie de cambios que los expertos señalan que podrían ser peligrosos. El Reino Unido ha experimentado unas cifras récord de infecciones diarias pero Johnson sólo ha endurecido las restricciones ligeramente poniendo énfasis en la responsabilidad personal con el fin de mantener a raya el virus.

Suecia no sufrió ningún confinamiento, sólo una serie de indicaciones con respecto al distanciamiento social y la higiene personal. Bares y restaurantes abiertos y escuelas para los menores de 16 años. Ahora, sin embargo, meses después, el gobierno sueco podría haber admitido que la alta mortalidad fue una consecuencia de estas políticas, según recoge la cadena norteamericana.

Primer ministro británico, Boris Johnson / Efe

Suecia tiene una tasa de contagio de cerca de 38 casos por cada 100.000 personas, según datos de la UE y que recoge también la CNN. El Reino Unido de unos 87 y España de unos 320, aunque las cifras son bastante variables. Ahora bien, Suecia sufrió un repunte que según el epidemiólogo Anders Tegnell, de la Agencia de Salud Pública de Suecia, podría comportar unas restricciones más severas a nivel local y recomiendan el uso de mascarillas en sitios públicos y tiendas, por primera vez. En un correo enviado a la misma cadena norteamericana, desde la Agencia de Salud Pública negaban, sin embargo, estar retrocediendo o haber cambiado las medidas.

Inmunidad colectiva y vacunas

¿Ahora bien, qué se entiende por inmunidad colectiva? La idea es que un porcentaje importante de la población sea inmune al virus pero para el cual eso pase, el tanto por ciento tendría que ser de un 60% o 70%, hecho que, normalmente, se consigue con una vacuna. De hecho, para que una vacuna genere inmunidad de grupo, tiene que contar con un porcentaje de la población que se lo haya administrado.

Suecia apostó por no confinar su población y dejar que el virus se propague hasta que la mayoría de la población esté inmunizada. Un hecho que podría dar alas al movimiento antivacunas. Sin embargo, el doctor y profesor de Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC Xavier Bosch explicaba hace unos meses en conversación con ElNacional.cat que "la inmunidad de grupo protege a los no vacunados que conviven en poblaciones bien vacunadas, aproximadamente el 70% de la población". Así, destacaba que esta protección se mantiene "mientras la persona no vacunada se queda en el grupo. Si viaja o se reciben viajeros y no se está vacunado el riesgo de contaminarse y terminar enfermo es muy grande".

De esta manera pone de manifiesto que "los virus más comunes como el de la gripe o el sarampión continúan circulando y acaban encontrando las personas mal vacunadas y provocando brotes como los que estamos viendo de sarampión en Europa, en poblaciones que tenían controlada la enfermedad desde hacía años".

Fotografía de una posible vacuna para el coronavirus / Efe

Inmunidad de grupo: ¿funciona?

Los expertos que ha consultado la CNN concluyen que hasta que no haya una evidencia concreta es imposible atribuir a la inmunidad de grupo el descenso de contagios porque podrían haberse producido por otros factores. Más del 50% de los suecos viven solos, por ejemplo, y esto podría ser significativo porque algunos estudios han demostrado que en los hogares hay una alta propagación.

Las ciudades suecas, por otra parte, son menos densas que otras ciudades en el Reino Unido, aunque todavía no se ha podido demostrar claramente cuál es el papel que juega la densidad en la propagación del coronavirus.

Y la vacuna, ¿cuando tiene éxito?

La mayoría de los expertos coinciden con el hecho de que una vacuna infectiva es peor que ninguna. Precisamente por este hecho, los científicos remarcan la importancia de superar todas las fases con éxito. La fase tres de una vacuna sirve para determinar la eficacia y seguridad. En un artículo de la BBC, los expertos detallan que es "crucial que (la vacuna) supere la fase 3 antes de ser distribuida".