La última propuesta del Departament de Salut para avanzar en el desconfinamiento del coronavirus parte por la mitad la comarca del Maresme. Si la región sanitaria de Girona acaba pasando a fase 1 y el área metropolitana continúa en la fase 0, el Maresme se desconfinará a dos velocidades –diez municipios del norte están adscritos en Girona y los otros veinte en la región metropolitana.
Ante las "incongruencias" que eso pueda generar, varios ayuntamientos y el Consejo Comarcal piden que haya un tratamiento "integral" para que toda la comarca pueda pasar a la fase 1 a partir del lunes, si el Gobierno acaba validando la propuesta de la Generalitat. Mientras tanto, sectores como el comercio o la restauración de los pueblos del Alt Maresme ya se preparan para la reanudación de la actividad.
La frontera sanitaria en el Maresme se situaría, si nada cambia, entre Arenys de Mar y Canet de Mar. Los dos municipios marcan el inicio de la zona conocida como Alt Maresme, pero Arenys de Mar depende sanitariamente de la región metropolitana y Canet de Mar es el primer pueblo de la región sanitaria de Girona.
"No tiene sentido que no puedas ir al municipio vecino y puedas llegar hasta el país vecino", exclama el presidente del Consejo Comarcal y alcalde de Vilassar de Mar, Damià del Clot, que planteará en el seno del gobierno comarcal pedir formalmente al Departament de Salut un tratamiento integral de la comarca para que avance a una misma velocidad en el desconfinamiento.
Del Clot admite que las decisiones del Departament son "muy complejas" durante toda la crisis, pero reclama no crear un agravio en el seno de la comarca: "En todas las decisiones que tomamos como gobierno comarcal intentamos que no haya diferencias entre municipios y esta decisión va en contra de la lógica del gobierno comarcal".
También pide un tratamiento unitario el alcalde de Malgrat de Mar, Joan Mercader, uno de los municipios que seguro que se verán favorecidos por el cambio de fase previsto en Girona. "A nivel geográfico estamos en medio y lo más lógico sería que el Maresme no quedara separado y toda la comarca pueda avanzar a la misma velocidad", apunta el alcalde del pueblo.
Mercader entiende también la dificultad de la decisión y recuerda que cuando se planteó el desconfinamiento por provincias su municipio hubiera sido de los más afectados: "Estamos en la frontera con Girona y no hubiéramos podido ido a Blanes, que lo tenemos a diez minutos. Ahora lo que no podemos es ir a Mataró".
El alcalde de Pineda de Mar, Xavier Amor, también ve positivo que toda la comarca sea tratada igual ante la previsión que la gente se pueda "hacer un lío" con los límites territoriales: "Que la comarca esté dividida por la mitad y avance a diferentes ritmos nos puede comportar algún problema".
Amor hace especial mención de las segundas residencias, por el efecto "llamada" que puede provocar en personas del área metropolitana que se quieran desplazar a municipios del Alt Maresme. Si el plan del gobierno catalán se confirma, el alcalde de Pineda pedirá al Departament d'Interior que haga "controles en origen" para evitar la llegada masiva de visitantes a los municipios de costa.
Donde también se harán controles es en el límite de los términos municipales de Canet de Mar i Arenys de Mar, que separan las dos regiones sanitarias. Los dos municipios tienen una playa "común" donde es difícil identificar donde está el límite y donde ya hoy hay confusión entre las personas que salen a pasear o a hacer deporte.
La alcaldesa de Arenys de Mar, Annabel Moreno, asegura que se tendrá que poner una patrulla en la zona porque la gente no se dará cuenta y estará corriendo por el municipio vecino. "Tampoco es la frontera de las dos Coreas, estaremos allí para informar y esperamos que sea sólo una semana que tengamos que estar en esta situación," explica.
A pesar de las dificultades, Moreno se muestra prudente a la hora de pedir la unidad de criterio para el conjunto de comarca: "Si pensamos en las consecuencias económicas, lo mejor es pasar a fase 1, pero tenemos que ponernos en manos de los criterios de la autoridad sanitaria para evitar que haya un nuevo rebrote. No está de más ser prudentes".
Otros alcaldes como la alcaldesa de Calella, Montserrat Candini, son también más prudentes. Dice que, ante todo, hay que respetar los "criterios médicos". Sin embargo ve bien que el Maresme pueda ser tratado como un todo. Calella sí pasaría a fase 1 con Girona, pero Candini entiende que municipios del sur también lo quieran porque "no tienen nada que ver" con el área metropolitana.