La curva epidémica de las nuevas infecciones empezará a disminuir pronto y eso permitirá a las UCIs tener un poco de oxígeno para tratar de manera óptima a los pacientes por coronavirus. Es el pronóstico a corto plazo del médico e investigador catalán Oriol Mitjà, del l’Institut de Recerca Germans Trias i Pujol, que en declaraciones en Catalunya Ràdio prevé que en pocas semanas podremos empezar a volver a hacer vida normal de forma gradual.
Mitjà ha asegurado que la curva de Catalunya pierde pendiente y se está desviando ligeramente de España, y prevé que el número de casos empezará a bajar esta semana. "Empezamos a controlar un poquito la transmisión, aunque hay muchos casos y muchos graves", ha admitido.
El médico considera que los catalanes nos estamos portando bien y que eso ya se empieza a ver en las estadísticas, con unos 1.300 infectados nuevos en el día y un índice de transmisión de 1,5. "Estamos acercándonos al 1, que es la cifra a la que queremos llegar", ha explicado. También ve muy efectivo el confinamiento de la Conca d'Òdena, que considera "imprescindible porque el caso se salía de todas las estadísticas y ahora parece que va revirtiendo".
Con respecto al ensayo que está llevando a cabo administrando medicamentos para prevenir el coronavirus en personas que han estado en contacto con positivos, Mitjà ha explicado que ya han tratado a más de 1.000 personas de la región de Barcelona, incluyendo a las comarcas centrales, y el área metropolitana. Si fuera eficaz para parar los contagios "cambiaría el rumbo de la epidemia" y sería un "gran hallazgo", ha avisado.
¿Qué ocurrirá cuando se levante el confinamiento?
Una vez se levante el confinamiento, Mitjà ha avisado de que el virus seguirá estando. Por este motivo hará falta un control exhausto de la salud de la ciudadanía y mantener las medidas restrictivas en zonas de riesgo.
Eso se conseguirá, según Mitjà, con una buena red comunitaria de detección, aplicaciones de móvil que informen de los movimientos y de los contactos con positivos y aislamientos selectivos cuando se detecte un pequeño brote comunitario.
La importancia de la tecnología
Mitjà ha considerado muy importante tener herramientas como aplicaciones donde explicar los síntomas, pero también que puedan detectar si una persona ha estado en contacto con un positivo, y entonces poder aislarla, lo que permitiría focalizar medidas restrictivas en barrios, si es que hace falta.
Al margen de las aplicaciones, ha subrayado que habrá que reforzar los laboratorios de pruebas de los hospitales, pero también un buen sistema de pruebas rápidas. Ha indicado que el Govern ya las está importando, y son baratas y buenas. Hay un test que indica si uno tiene anticuerpos, y otro que avanza si se puede sufrir un episodio agudo en los próximos cuatro días. Según él, las empresas tendrían que comprar estos tests para controlar su plantilla. "No tienen la misma capacidad y precisión que el test que se realiza en el hospital, pero hacen el trabajo que tienen que hacer, y solo por cuatro euros", ha señalado.
Mitjà ha constatado que los ejemplos de Singapur y Hong Kong demuestran que no se podrá bajar la guardia durante una "temporada larga", porque existe el peligro de rebrotes graves.