"El escenario de futuro más probable", según el informe del epidemiólogo Oriol Mitjà, es que la transmisión del nuevo coronavirus "no se pueda eliminar a corto plazo y que se originen brotes recurrentes durante los próximos meses". Así lo indica la gran transmisibilidad que ha demostrado el coronavirus y la baja proporción de la población infectada, que se estima en un 15%.
Esta es la razón en que se basa el equipo de 17 expertos y científicos liderados por Mitjà, para aconsejar al Govern medidas de control muy intensivas hasta que un elevado porcentaje de la población, que se tendría que situar entre el 60 y el 80%, quede protegida por haber generado inmunidad superando la infección o bien por una posible vacuna. No obstante, advierte que una vacuna segura y eficaz puede tardar muchos meses.
A partir de este punto de salida, el epidemiólogo plantea en su informe las medidas que tendrían que permitir a la población vivir sin permanecer en confinamiento, con la condición de que esto no implica "volver a la normalidad" anterior a la pandemia, sino que obliga a adoptar nuevas rutinas de comportamiento y organización social.
Las medidas de intervención se podrían tener que extender, según se apunta en el informe, de forma prolongada o intermitente durante 12-18 meses para evitar el colapso de los hospitales.
Los ejes esenciales de las propuestas pasan por el distanciamiento social y la identificación de los casos y contactos para aislarlos. Para hacer posible este aislamiento de los positivos, es necesario un testeo intensivo de la población. "Es urgente que el sistema de Atención Primaria y servicios de urgencias dispongan de la capacidad de cursar los test PCR y serológico", se advierte.
El informe, como ya se había adelantado, abre la puerta a que personas con un resultado positivo en anticuerpos o que hayan tenido un resultado negativo reciente por la prueba de PCR pudieran recibir "acreditaciones de inmunidad" o certificados que los habiliten a moverse libremente. Después de subrayar que Alemania y Reino Unido tienen previsto estos documentos, recuerda que estas medidas tendrían que cumplir los estándares europeos y criterios bioéticos.
En este punto, además, señala la existencia de limitaciones técnicas y también sociales para hacer viables estas acreditaciones. Admite que podría crear desigualdades entre positivos y negativos, penalizando a aquellos que se han protegido de la infección e, incluso, "podría ser un incentivo para que algunas personas intenten infectarse para poder hacer vida normal".
El informe también se refiere a las herramientas de detección de contactos a través de app para la trazabilidad de contactos y aviso de interacción con personas infectadas. Subraya que se tiene que hacer sin ningún seguimiento de los ciudadanos y garantizando que no se revelará en ningún caso el nombre de los usuarios, que siempre harán uso de la aplicación de manera voluntaria.
Las pruebas diagnósticas son un elemento clave de la estrategia que impulsa el equipo de Mitjà para contener la enfermedad. En caso de detectar un positivo se le tiene que aislar en su domicilio, al igual que al resto de la unidad familiar, durante 14 días, de manera obligatoria que puede quedar sometido a "comprobaciones oficiales". En caso de que el individuo positivo no quiera aislarse en casa, "puede derivársele a uno de los espacios habilitados para el confinamiento de positivos", como hoteles. Si se aísla en casa, junto con la unidad familiar que se haya encontrado expuesta, se les deberá suministrar comida y avituallamiento para garantizar el confinamiento.
"Se estima que el número de casos que pueden requerir aislamiento en los próximos meses será de aproximadamente 3.500 nuevos casos de Covid-19 cada 5 días", se señala en el informe.
Recomienda el uso de mascarillas, mientras que se muestra más escéptico en el uso de guantes de manera generalizada entre la población, dado que un mal uso se puede convertir en un medio de transmisión de la enfermedad. Por encima de cualquier otra medida, sitúa la higiene de manos, además del distanciamiento físico.
Por lo que respecta a las mascarillas, reclama hacer un uso correcto para no infectarlas y regular la venta y el precio.