La dirección de la Residencia Municipal Fort Pienc intentó esconder los resultados de los test de coronavirus a las familias de los residentes. Así lo han explicado a ElNacional.cat familiares de las personas internadas y trabajadores, los cuales han mostrado su malestar por la manera como se está gestionando la crisis del coronavirus en este equipamiento propiedad del Ayuntamiento de Barcelona y gestionado, desde junio de 2019, por Sacyr Social.
Varios miembros del personal del centro que han pedido mantener el anonimato por miedo a represalias afirman que los gerentes de la residencia les prohibieron avisar a las familias de que los resultados de los test ya estaban disponibles.
Asimismo, afirman que no se les comunicó cuáles eran los pacientes infectados por coronavirus hasta dos días después de obtener los resultados, poniendo en riesgo su salud y la del resto de pacientes, y que no se separó a los enfermos de coronavirus de las personas sanas hasta cuatro días después de que los resultados llegaran. Además, mantienen que las familias solo han recibido información porque los propios trabajadores les han animado a presionar a la dirección.
Trabajadores alertando a los familiares
"Yo supe que los resultados de mi mujer ya estaban porque el miércoles 22 de abril me llamó un trabajador por su cuenta y me explicó como conseguirlos a través de internet con La Meva Salut (portal online del sistema sanitario catalán). Por parte del centro no tuve ninguna comunicación oficial hasta el jueves 23, a pesar de llamar tres veces a dirección", dice al marido de una de las internas.
Explica que los gerentes de la residencia les han dado muy poca información desde el principio de la crisis y que la comunicación con ellos se ha reducido a la mínima expresión desde principios de abril, cuando empezaron a llegar críticas por su gestión. "Nunca nos dijeron que hubiera ninguna persona infectada y de golpe empezaron a llegar correos de familiares de residentes que se habían infectado alertando de la situación y acusando a los gerentes de mentir", explica.
Orden de no informar
"La mitad de los resultados llegó el martes 21 y el resto lo hizo el miércoles 22. El martes empezaron a llamarnos familias que sabían cómo estaban sus parientes porque habían visto los resultados de las pruebas en el sistema de La Meva Salut y que pedían explicaciones de la residencia, que no les había comunicado nada. El miércoles recibimos la orden de no informar a las familias y decidimos animarles a hacer presión", dice uno de los trabajadores de la residencia.
La hermana de otra de las internas también confirma que el centro no le comunicó nada hasta el jueves y que fue la Asociación de Familiares quien la informó de la realización de los test a los pacientes. "Recibí un correo de la Asociación e intenté que me dieran el resultado de mi hermana, pero me informaron de que no me lo podían facilitar por razones de privacidad. Lo comuniqué a la Asociación y al día siguiente [jueves 23] me llamó una trabajadora para decirme cuál era a su estado", asegura.
Por su parte, ella también se queja de la falta de información sobre la situación general de la residencia, que solo les ha explicado la situación "a toro pasado". "Yo visité a mi hermana hasta el último día que pude hacerlo y a partir de entonces nada, pensaba que iba todo bien y, de golpe, empiezan a llegar estos correos electrónicos horrorosos y me empecé a preocupar mucho", dice. Lo suscribe la hija de otra de las internas, que aclara que ella solo supo que a su madre le iban a hacer el test gracias a su relación personal con una de las enfermeras.
En peligro el personal
"Está siendo muy estresante, lo estamos pasando muy mal", lamenta otro de los trabajadores con quien hemos podido contactar. Según él, si la residencia ha evitado dar la información a las familias, ha sido para evitar que haya "alboroto" y critica su gestión por poner a la plantilla y los residentes en riesgo. Explica que no supieron qué pacientes tenían Covid-19 hasta el viernes 24 de abril y no se han podido proteger de manera adecuada a la hora de tratar con ellos, ya que los EPI disponibles en el centro son escasos, lo que les ha obligado, a él y a sus compañeros, a reutilizar el material durante más de una semana por falta de mascarillas FFP3. "Antes de que separaran a los pacientes visitábamos todas las habitaciones, tanto de personas sanas como infectadas (no sabíamos quién lo tenía y quien no), con los mismos EPI", añade.
La situación también se ve agravada por la contratación de personal no cualificado a raíz de las bajas por enfermedad de algunos miembros de la plantilla. "Te encuentras con personas que no han hecho nunca este trabajo y que entran sin formación específica en esta situación. Ellos están especialmente expuestos", asegura.
Cuestión de protocolo
Pese a contactar con la dirección de la residencia para recoger su versión, la dirección ha declinado contestar a las preguntas de ElNacional.cat y ha delegado sus respuestas en el departamento de Prensa del Ayuntamiento de Barcelona. Desde este organismo se ha justificado el retraso en la reubicación de los residentes por una cuestión de protocolo y se ha garantizado que se han seguido las directrices del CAP de referencia. Asimismo, mantienen que ningún miembro del personal ha estado en ningún momento sin EPI, pese a no aclarar si estos han tenido que ser reutilizados.
En cuanto a la comunicación de los positivos, explican que los resultados llegaron de manera escalonada y que la comunicación se ha ido haciendo caso por caso a medida que los iban obteniendo. Asimismo afirman que la responsabilidad de comunicar los positivos es del CAP de referencia, a pesar de que el protocolo de la Generalitat otorga esta responsabilidad, en primer lugar, a "el equipo sanitario residencial o en su defecto el equipo de atención primaria ". Aparte, las familias de residentes positivos en Covid-19 aseguran no haber hablado en ningún momento con el CAP, solo con el personal de la residencia.