El primer ministro de Portugal, António Costa, ha anunciado nuevas restricciones en el país para hacer frente a la quinta ola de coronavirus. Estas medidas se implementarán a partir del 1 de diciembre y, entre estas, figura la exigencia de una prueba diagnóstica con resultado negativo a todos los pasajeros que entren por vía aérea en el país, aunque estas personas cuenten con la pauta completa de vacunación. Paralelamente, Costa ha explicado que endurecerán las sanciones a las aerolíneas que dejen embarcar a los usuarios que no lleven el resultado del test.
De hecho, estas multas pueden llegar a elevarse a los 20.000 euros por pasajero o incluso se podría suspender la licencia de vuelo en territorio nacional. Para hacer este control, también contratarán a empresas de seguridad privada a fin de que verifiquen que los viajeros llevan estos documentos que se exigen.
Certificado covid en varios establecimientos
Tal como están haciendo algunos territorios, entre los cuales hay Catalunya, Portugal también se ha inclinado para exigir el certificado covid para acceder a los restaurantes, alojamientos turísticos, acontecimientos con asiento marcado y gimnasios. Otros recintos en que también se pedirá este pasaporte serán las residencias y hospitales, los grandes eventos, espacios deportivos, discotecas y bares, con la diferencia, que, en estos casos, también habrá que aportar un test negativo.
Para más inri, han querido anticiparse y, en esta línea, después de las fiestas de Navidad (entre el 2 y 9 de enero), será obligatorio teletrabajar, se aplazará una semana la reanudación del curso escolar (tenían que empezar el día 3 y lo harán el día 10) y también se cerrarán las discotecas para "contener los contagios".
Aunque Costa sostiene que están "mejor que otros países europeos, no estamos tan bien como querríamos y por eso es el momento adecuado para adoptar nuevas medidas". Otra medida es que se recomienda el teletrabajo "siempre que sea posible" y que las mascarillas vuelven a ser obligatorias en todos los espacios cerrados. Para situarnos, el país portugués tiene una incidencia acumulada de 251 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días y este jueves ha registrado más de 3.000 contagios, una de las cifras más altas en los últimos cuatro meses.
El primer ministro también ha defendido la importancia de la vacunación. En Portugal, la dosis de refuerzo se administra a los mayores de 65 años, al personal sanitario y a los bomberos, así como a aquellas personas que recibieron la monodosis de Janssen y también los ciudadanos que sólo recibieron una dosis por el hecho de haber pasado la covid-19. Costa se ha comprometido a que todos los mayores de 65 años con pauta completa desde hace más de cinco meses y los mayores de 50 vacunados con Janssen tengan la dosis de refuerzo antes del 19 de diciembre.