Un avance importante. Investigadores de la farmacéutica Sanofi han creado la primera vacuna contra el virus de la esclerosis múltiple y la mononucleosis. Se trata de una vacuna experimental contra el Epstein-Barr, de acuerdo con el estudio publicado en la revista Science Translational Medicine este miércoles que ha adelantado La Vanguardia. En la investigación, realizada con animales, el fármaco ha conseguido inducir una respuesta inmunitaria contra el virus y generar anticuerpos protectores. Estos resultados permiten soñar con la posibilidad de desarrollar la primera vacuna efectiva en seres humanos para prevenir la infección y las enfermedades que genera. El medio especializado NewScientist señala que el ensayo en humanos puede empezar en el 2023.
Hasta el momento, no había ningún tratamiento ni vacuna para prevenir la infección. La cuestión es que la relación entre el virus de Epstein-Barr y las diferentes enfermedades que genera (la esclerosis múltiple o la mononucleosis) es un hallazgo muy reciente. Además, se trata de un virus con un genoma y unos mecanismos de infección muy complejos: utiliza estrategias diferentes para penetrar en los linfocitos B y en las células epiteliales, cosa que dificulta la tarea de encontrar objetivos contra los cuales desarrollar los fármacos. Ahora, eso es lo que han hecho los investigadores de la farmacéutica francesa: identificar cuatro de los objetivos que utiliza el virus para entrar en las células y replicarse.
Cuatro proteínas
El equipo de investigación ha trabajado en una vacuna multivalente para intentar bloquear la diversidad de dianas que el virus utiliza, con la finalidad de evitar que las utilice para entrar en las células. Entonces, los autores han encontrado cuatro proteínas clave en el exterior del Epstein-Barr y las han enganchado a una pequeña molécula de ferratina, que forma nanosferas, una estrategia que también se usa en vacunas contra la covid-19. Se ha probado a ratones, hurones y monos, y se ha visto que inducía anticuerpos neutralizantes en los animales y que se evitaba que el virus penetrara en las células. Además, los investigadores han aislado anticuerpos generados por ratones que habían recibido la vacuna y los han inyectado a ratones sin vacunar que se habían expuesto al virus, comprobando que los anticuerpos protegían contra los linfomas asociados al Epstein-Barr.
El virus de Epstein-Barr se descubrió en los años 60 del siglo pasado y es uno de los más comunes entre los humanos. Se transmite principalmente por la saliva, todo provocando enfermedades como la mononucleosis (más conocida como la enfermedad del beso). Asimismo, se asocia con algunos cánceres como el de estómago y linfomas como los de Hodgkin y de Burkitt. Se calcula que está detrás de más de 200.000 casos de cáncer en todo el planeta cada año y las 140.000 respectivas muertos. Recientemente, se ha descubierto que tiene un papel clave en el desarrollo de la esclerosis múltiple, una enfermedad contra la cual no hay cuidado y afecta a unas 50.000 personas en el estado español.