El Ministerio de Sanidad ha alertado esta mañana de la detección de 8 posibles casos de viruela del mono en Madrid. No es el único país, el Reino Unido ha reportado 7 posibles casos y en Portugal hay 5 confirmados y 7 sospechosos. En el caso de España, es el Centro Nacional de Microbiología el que está analizando las muestras para confirmar o descartar los positivos.
Qué es la viruela del mono
La viruela del mono está causada por un virus del género Orthopoxvirus en la familia Poxviridae (al que pertenecen los virus de la viruela). Fue identificado por primera vez en monos y tiene su origen en África Occidental y Central. De hecho, el primer caso detectado en el Reino Unido fue el de un hombre que contrajo el virus después de viajar a Nigeria. Según los datos oficiales, el individuo desarrolló una erupción el 29 de abril de este 2022 y regresó al Reino Unido el 4 de mayo, cuando fue hospitalizado. Dos días después, una prueba de laboratorio confirmó que el individuo tenía el virus de la viruela del simio.
Tal y como explica la Organización Mundial de la Salud, la OMS, la viruela del mono es consecuencia de una zoonosis (un virus transmitido a los humanos por los animales) con síntomas similares a los observados en el pasado en pacientes con viruela –a día de hoy es una enfermedad erradicada–, aunque clínicamente es menos grave. De hecho, suele ser leve y la mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento en un plazo de 14 a 21 días.
Síntomas y evolución de la infección
La infección se divide en dos periodos, según explica la OMS. El llamado período de invasión que dura entre 0 y 5 días y en el que se presenta fiebre, dolor de cabeza intenso, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), dolor de espalda, mialgia (dolores musculares) y astenia intensa (falta de energía).
Más o menos entre 1 y 3 días después de la aparición de la fiebre, el paciente desarrolla una segunda fase que consiste en una erupción que se produce en la piel. Afecta la cara en más del 90% de los casos y las palmas de las manos y las plantas de los pies en el 75%. También se ven afectadas las mucosas orales en el 70 % de los casos, las genitales en un 30%, y las conjuntivas en un 20%, así como la córnea.
La evolución tiene lugar de la siguiente manera. En primer lugar, aparecen máculas o manchas con una base plana, que dan lugar a pápulas –lesiones elevadas, tipo ronchas–, luego vesículas –llenas de un líquido claro–, pústulas –lesiones llenas de líquido amarillento– y, por último, costras, que se secan y se caen. Pueden aparecer pocas o cientos de ellas alrededor del cuerpo. La viruela del mono suele ser leve, sin embargo, tiene una tasa de mortalidad de entre el 1% y el 10%, siendo los niños los más vulnerables y con más probabilidad de morir.
Transmisión y tratamiento
Se trata de un virus que no se transmite fácilmente entre personas y se cree que puede producirse a través de los fluidos corporales o por el aire mediante el contacto personal cercano con una persona sintomática infectada.
No existe un tratamiento específico recomendado, pero los estudios apuntan a que la vacunación contra la viruela tiene una eficacia de alrededor del 85 % en la prevención de la enfermedad.