El ministerio de Sanidad ha confirmado hoy 20 casos de trombas en España después de la inoculación de la vacuna contra la Covid-19 de AstraZeneca, cuatro de estos se han resultado mortales.
Por otra parte, se está investigando una quinta muerte por su posible relación con esta vaccinia.
5 casos por cada millón de vacunados
Estos datos han elevado la tasa de incidencia hasta los cinco casos por cada millón de vacunados y un muerto por cada millón de personas que han recibido esta vacuna en España.
Por otra parte, algunos representantes del ministerio se han reunido con los coordinadores de vacunación, y se les ha pedido que respeten el acuerdo que establece que se tiene que vacunar con Pfizer a aquellas personas menores de 60 años que habían recibido la primera dosis del fármaco anglosajón. "Se ha pedido que se respete el acuerdo en los menores de 60, que es poner segunda dosis Pfizer y no escoger", han subrayado.
Insisten en vacunar con Pfizer
En este sentido, han defendido que esta elección se tomó para conseguir "reducir al máximo el riesgo", ya que el estudio elaborado por la Carlos III "demostró que los anticuerpos más importantes contra el virus se multiplicaron por 40".
Los hechos podrían comportar un cambio en el plan de vacunación en el Estado español, que ya ha administrado esta vacuna a un millón y medio de personas.
La EMA apuesta por AstraZeneca
Fue la comisión de salud pública del ministerio de Sanidad la que decidió seguir con esta estrategia. Por el contrario, el Agencia Europea de Medicamentos (EMA) dijo que se trataba de casos aislados, por lo cual eran más los beneficios de aplicar esta vacuna, que los riesgos que comportaba no utilizarla. De hecho, según datos de esta agencia, las muertes por trombosis afectan a una persona de cada 100.000 vacunados con AstraZeneca, una cifra muy inferior, por ejemplo, de las mujeres que utilizan anticonceptivos, que este dato se eleva en los 40 casos de trombosis por cada 100.000 personas.
El estudio del Instituto de Salut Carlos III (ISCIII)
En el caso del Gobierno justificó su decisión de acuerdo con un estudio liderado por el Instituto de Salut la Carlos III (ISCIII), del cual ayer se conoció las principales conclusiones. En concreto, este ha realizado el ensayo clínico CombivacS que ha consistido en aplicar a 600 personas menores de 60 años uno segunda dosis de Pfizer, con un periodo de diferencia entre ambas de entre ocho y doce semanas. El resultado del ensayo, en el cual han participado el Hospital Clínico y el de la Vall d'Hebron, ha sido positivo.
La finalidad del estudio era ver la seguridad y la inmunogenicidad –la capacidad del sistema inmunitario de responder con éxito a una infección. Por lo tanto, uno de los objetivos era ver los posibles efectos secundarios que podía tener mezclar los dos tratamientos.
En este sentido, después de recibir la segunda dosis ningún caso requirió hospitalización. Ahora bien, entre las 24 y 40 horas posteriores a la inoculación, un 40% de los vacunados manifestaron haber sufrido cefalea y malestar general y un 2,5% de los pacientes han tenido fiebre. Además, un 68% de los usuarios constataron que los síntomas eran "leves" y un 30%, "moderados". A partir del tercer día, ya no presentaron ningún efecto adverso.