La contaminación del aire cuesta a un residente de la ciudad de Barcelona un total de 1.256 euros al año. Así ha quedado de manifiesto en el estudio de este tipo más grande realizado hasta la fecha, el informe de la European Public Health Alliance (EPHA), que cuantifica el valor monetario de la muerte prematura, el tratamiento médico, las jornadas laborales perdidas y otros costes sanitarios provocados por los tres contaminantes del aire que causan la mayoría de las enfermedades y muertes: partículas en suspensión (PM), ozono (O₃) y dióxido de nitrógeno (NO₂).
“Los últimos resultados de costes asociados a la contaminación atmosférica de las ciudades europeas son señales de alarma que deben ponernos en marcha para mejorar la calidad del aire, no solo por la salud de nuestros ciudadanos, sino por su economía. Cada euro que se destina a reparar los perjuicios de la exposición al aire contaminado es un euro que no se puede invertir en mejorar la sanidad y la salud de los ciudadanos. Se trata de un gasto que podríamos prevenir, un derroche que no nos podemos permitir, menos en esta época de pandemia de Covid-19 y que debemos corregir, mejorando las políticas de movilidad urbana, para ampliar las zonas de bajas emisiones o emisiones cero”, advierte la Dra. Isabel Urrutia, coordinadora de Medio Ambiente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y coordinadora Año SEPAR 2020-2021 por la Calidad del Aire, Cambio Climático y Salud.
El informe publicado analiza los costes asociados a la contaminación del aire de numerosas ciudades de 30 países europeos. La media de España es de 926 euros y ocupa el número vigesimocuarto lugar en cuanto al gasto asociado a la contaminación del aire. La suma de los costes de todos los países estudiados asciende a 166.000 billones de euros al año, o 385 millones de euros de media por ciudad o 1.276 € per cápita. Los residentes en ciudades grandes y caras tienen que afrontar costes más altos debido a la alta densidad de población, mayores ingresos y gastos.
Las ciudades de Europa Central y del Este son el exponente del alto coste que supone tener el aire urbano altamente contaminado. Un ciudadano de Bucarest afronta los costes más elevados, de 3.004 € de media, mientras que un residente de Santa Cruz de Tenerife, en España, apenas contaminada, afronta unos gastos de una proporción casi diez veces menor, de 382 €. Esto se traduce en que las regiones de Europa central y oriental registran la tasa más alta de muertes por contaminación del aire, mientras que el sur de Europa tiene la mayor tasa de enfermedades crónicas.
Es importante destacar que la contaminación del aire es la principal causa de muerte prematura por factores ambientales en Europa, según la Agencia Europea del Medio Ambiente, principalmente en las ciudades, donde viven dos tercios de los europeos. Dos tercios de las ciudades superan los estándares de aire limpio establecidos por la Organización Mundial de la Salud de manera que las partículas PM, NO₂ y O₃ causan alrededor de 400.000 muertes prematuras al año. Las PM son los contaminantes que causan la mayoría de los costes, el 82,5% en promedio, seguidas del dióxido de nitrógeno (NO2), responsable del 15%, principalmente del tráfico, y el ozono (O3), causante del 2,5% por combustión.
El transporte es una fuente importantísima de la contaminación del aire urbano, con un coste asociado de 67 a 80 billones de euros en 28 países europeos, en 2016, según un informe anterior de la EPHA.