No hay día en que no se encuentre un beneficio a comer nueces. Además de tener un buen sabor y ser buenas para el corazón y las arterias, ahora se ha descubierto que es un alimento muy recomendable para mantener un buen microbioma intestinal. Una nueva investigación ha concluido que este alimento promueve bacterias buenas que, a su vez, determinan el hecho de tener una buena salud.
La investigación ha sido llevada a cabo en la Universidad de Pennsylvania y la recoge la publicación Journal of Nutrition. Entre las conclusiones de la misma, se recoge que se reemplace la merienda habitual –especialmente si es poco saludable– por nueces.
Investigaciones anteriores ya habían demostrado que las nueces, cuando se combinan con una dieta baja en grasas saturadas, pueden tener beneficios saludables para el corazón, porque reduce los niveles de colesterol y la presión arterial. Pero los beneficios no se quedan ahí. En los últimos tiempos se están realizando muchos estudios sobre la salud intestinal y cómo afecta a la salud en general. Los científicos que han formado parte de esta investigación han querido analizar si se producían cambios en las bacterias intestinales con el consumo de nueces, así como con mejoras en los factores de riesgo de enfermedad cardíaca.
La investigación
Para llevar a cabo el estudio, se reunió un grupo de 42 personas con sobrepeso u obesidad que tenían entre 30 y 65 años. Antes de que comenzara la investigación, los participantes recibieron una dieta semejante a la que se lleva en una sociedad occidental, en este caso la estadounidense, durante dos semanas. Después, los participantes fueron asignados aleatoriamente a una de las tres dietas del estudio, que incluían menos grasas saturadas que la dieta primaria. Estas incluían una que incorporaba nueces enteras, una que incluía la misma cantidad de ácido alfa-linolénico (ALA) y ácidos grasos poliinsaturados sin nueces, y una que sustituía parcialmente el ácido oleico (otro ácido graso) por la misma cantidad de ALA que se encuentra en las nueces, pero sin nueces.
En las tres dietas, las nueces o los aceites vegetales reemplazaron las grasas saturadas, y todos los participantes siguieron cada dieta durante seis semanas con un descanso entre los períodos de dieta. Para analizar las bacterias en el tracto gastrointestinal, los investigadores recogieron muestras fecales 72 horas antes de que los participantes terminaran la dieta de preparación y cada uno de los tres períodos de dieta de estudio.
Las conclusiones son claras. La dieta de nueces enriqueció una serie de bacterias intestinales que se han asociado con beneficios para la salud. Una de ellas es Roseburia, que se ha asociado con la protección del revestimiento intestinal. También aumentó la cantidad de Eubacteria eligens y Butyricicoccus, todas ellas relacionadas con menores factores de riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca.
Los expertos creen que este descubrimiento viene a confirmar que las personas tienen mucho que decir acerca de su salud si siguen unos hábitos intestinales adecuados. Y que los alimentos como las nueces enteras proporcionan una amplia gama de sustratos, como ácidos grasos, fibra y compuestos bioactivos, para que nuestros microbiomas intestinales sean más saludables.