En los últimos años se han publicado numerosos estudios en los que se ha demostrado cómo el consumo de azúcar causa estragos en nuestro cuerpo, provocando obesidad, síndrome metabólico, resistencia a la insulina, diabetes… Pero cada vez son más las investigaciones que analizan lo que este alimento produce en nuestro cerebro, favoreciendo la aparición de enfermedades psíquicas como la ansiedad o la depresión.
En el caso de la depresión, parece cada vez más claro que el alto consumo de azúcar aumenta las posibilidades de sufrir esta patología. Las razones son variadas. La revista Nature publicó un estudio del University College de Londres en el que se apuntaban los posibles motivos.
Parece cada vez más claro que el alto consumo de azúcar aumenta las posibilidades de sufrir depresión
En primer lugar, el consumo de azúcar favorece los niveles bajos del factor neurotrófico derivado del cerebro (proteína que tiene un papel importante en los procesos fisiológicos subyacentes a la plasticidad y el desarrollo del sistema nervioso), lo que a su vez facilita la atrofia del hipocampo (una de las partes del cerebro asociada fundamentalmente en la memoria) y favorece la depresión.
En segundo lugar, el consumo de azúcar se asocia con un aumento de la inflamación de los tejidos, lo que diversas investigaciones relacionan con la depresión.
En tercer lugar, cuando consumimos demasiado azúcar nuestro organismo tiene que segregar insulina de forma exagerada, lo que acaba por provocar una alteración hormonal que influye notablemente en los estados de ánimo.
En cuarto lugar, el consumo de azúcar se relaciona con la adicción, lo que favorece también la depresión, así como la obesidad, resultado del consumo elevado de azúcar que puede causar problemas psicológicos derivados de la discriminación por el peso en muchas sociedades occidentales. Los resultados del estudio fueron claros: los hombres que consumían más de 67 gramos al día de azúcar tenían un 23% más de posibilidades de desarrollar trastornos mentales cinco años más tarde que los que consumen menos de 40 gramos.
Diferentes estudios que indican que una dieta que contiene alimentos ricos en azúcar aumenta esta patología
En lo que respecta a la ansiedad, se han realizado diferentes estudios que indican que una dieta que contiene alimentos ricos en azúcar aumenta esta patología, como lo demuestra un estudio llevado a cabo con ratas en la Universidad de Río Grande del Sur en Brasil y otro de la Universidad de Abeerden en el que se estudia la relación entre la dieta y la ansiedad.
Desde la Escuela de Medicina de Harvard nos proponen los siguientes consejos para disminuir la posibilidad de sufrir estas patologías:
- Seguir una dieta sana y equilibrada como la mediterránea
- Reducir el azúcar y los alimentos procesados
- Disminuir el consumo de cafeína, alcohol y tabaco
- Comer alimentos ricos en zinc como cereales integrales, ostras, col rizada, brócoli, legumbres y nueces.
- Tomar alimentos ricos en magnesio como pescado, aguacate y hojas verdes oscuras
- Ingerir alimentos ricos en vitamina B, como espárragos, verduras de hoja verde, carne y aguacate
- Introducir en la dieta alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, por ejemplo salmón salvaje
- No olvidar los alimentos ricos en probióticos como el kéfir, el yogur y otros alimentos fermentados