Más avances. Un equipo liderado por el IRB Barcelona ha descubierto un fármaco que ataca las células madre del cáncer, según ha anunciado este lunes el mismo instituto. Concretamente, científicos de un consorcio internacional liderado por el citado centro catalán de investigación biomédica han revelado "los datos preclínicos que conducen al descubrimiento de MCLA-158 y el mecanismo de acción sobre las células madre del cáncer". Así, el anticuerpo "bloquea la aparición de metástasis (es decir, la expansión del cáncer en otros órganos vital) y frena el crecimiento de los tumores primarios en modelos experimentales de cáncer".
El estudio se publica este lunes en la revista Nature Cancer y "establece las bases para incorporar el uso de organoides en el proceso de descubrimiento de fármacos que hacen a las empresas farmacéuticas". El IRB Barcelona explica que "los organoides son muestras derivadas de pacientes que se pueden cultivar y que reproducen ciertos aspectos del compartimento del tumor en el laboratorio". "Hasta ahora, se estaba explorando su utilidad a la medicina personalizada del cáncer, es decir, para su papel en la toma de decisiones sobre el mejor tratamiento para cada paciente", añade. Sin embargo, en este caso se ha utilizado por primera vez un biobanco de organoides de pacientes con cáncer para discriminar entre centenares de nuevos anticuerpos cuál era más efectivo y adecuado para la mayoría de los pacientes.
Reducción del tumor
En la investigación también ha participado la empresa neerlandesa Merus NV, que en octubre del 2021 publicó datos preliminares correspondientes al análisis de la eficacia del anticuerpo: "En el ensayo, tres de siete pacientes con HNSCC (carcinomas de células escamosas de cabeza y cuello) consiguieron una remisión completa después de la fecha límite de datos de agosto del 2021. Se observó una reducción del tumor en los siete pacientes". "Es una enorme satisfacción ver que nuestros descubrimientos están ayudando a los pacientes. Empezamos a investigar las células madre del cáncer hace 15 años. El camino para llegar hasta aquí ha sido apasionante, pero también muy complejo, y ha requerido una gran inversión de recursos, así como el esfuerzo de muchísimos investigadores", ha explicado el jefe del laboratorio de cáncer colorrectal del IRB Barcelona, el doctor Eduard Batlle.
Hay que recordar que los anticuerpos "son proteínas que nuestro cuerpo produce de manera natural para reconocer agentes infecciosos o células alteradas, de manera que puedan ser eliminadas por los linfocitos del sistema inmune (glóbulos blancos de la sangre)". Entonces, el MCLA-158 o Petosemtamab (Golpeo) es un "anticuerpo biespecífico que reconoce dos proteínas diferentes de la superficie de las células madre del cáncer, que son el EGFR y la LGR5". "La actividad del EGFR favorece el crecimiento descontrolado de las células, mientras que LGR5 marca la superficie de las células madre del cáncer, que son responsables de la expansión de los tumores", aclara el instituto de investigación.
No interfiere con las células sanas
Es decir, el Peto "degrada la proteína EGFR en las células madre del cáncer que presentan el marcador LGR5". Es así como "bloquea las vías de crecimiento y supervivencia en las células que inician el cáncer y lo expanden". Además, el anticuerpo "no interfiere con el funcionamiento de las células madre sanas del organismo, que son esenciales para el buen funcionamiento de los tejidos". "El anticuerpo MCLA-158 muestra una potente inhibición del crecimiento de los organoides del cáncer colorrectal, bloquea el inicio de la metástasis, así como el crecimiento del cáncer en diferentes modelos preclínicos, como los tumores de cabeza y cuello, esófago y estómago," añade el laboratorio.
Para el desarrollo y caracterización del anticuerpo se construyó un biobanco que cuenta con organoides derivados de pacientes con cáncer de colon, organoides de metástasis de cáncer de colon en el hígado y organoides de tejido normal no canceroso. "La incorporación de organoides a las fases más iniciales de la generación de fármacos (en este caso, anticuerpos terapéuticos) permite identificar aquellos que son efectivos para la mayoría de los pacientes o incluso para tumores portadores de una mutación en particular", comenta el IRB Barcelona. También explica que "otra ventaja es la posibilidad de identificar efectos secundarios no deseados de los fármacos sobre nuestros órganos, utilizando organoides procedentes de tejido sano". Todo ha permitido "valorar los efectos nocivos del fármaco sobre células sanas y eliminar así los anticuerpos con más toxicidad en las fases más tempranas del estudio". "Tenemos la esperanza de que se confirme la actividad antitumoral publicada en los datos preliminares", afirma el doctor Batlle.