Un grupo de expertos del prestigioso Hospital Monte Sinaí en Estados Unidos ha logrado dar una explicación al hecho de que las mujeres suelen tener mas posibilidades que los hombres de sufrir una depresión. Al parecer, todo tiene que ver con una nueva clase de genes conocidos como ARN no codificantes largos (lncRNA) expresados ​​en el cerebro, que pueden desempeñar un papel fundamental en la regulación del estado de ánimo y la susceptibilidad específica del sexo frente a la resistencia a la depresión.

Los científicos han realizado un estudio ha sido publicado en la revista Neuron y detalla cómo un gen específico, al que han denominado como LINC00473, tiene una regulación negativa en la corteza cerebral de las mujeres de forma exclusiva, y no en los hombres. Según los expertos que han participado, el estudio proporciona evidencia de una nueva familia importante de objetivos moleculares que podrían ayudar a los científicos a comprender mejor los complejos mecanismos que conducen a la depresión, particularmente en las mujeres.

Estos descubrimientos son interesantes en la medida que, teniendo en cuenta la base biológica de la depresión sobre todo en el caso de las mujeres en el caso que nos atañe, podría promover el desarrollo de farmacoterapias más efectivas para abordar una enfermedad que es la principal causa de discapacidad en todo el mundo.

Este descubrimiento viene a sumar otra perspectiva al origen de la depresión.  Investigaciones anteriores han demostrado que alrededor del 35 por ciento del riesgo de depresión en ambos sexos puede atribuirse a factores genéticos, y el resto a factores ambientales, principalmente a la exposición al estrés. Los ARN largos que no codifican entran en una tercera categoría: los factores epigenéticos, que son procesos biológicos que conducen a cambios en la expresión génica no causados ​​por cambios en los genes mismos.

Además, el estudio sugiere que el complejo cerebro de los primates utiliza especialmente lncRNAs para facilitar la regulación de la función cerebral superior, incluido el estado de ánimo. Por lo tanto, el mal funcionamiento de estos procesos puede contribuir a patologías como la depresión y la ansiedad. Y de una manera específica del sexo. Los investigadores descubrieron, por ejemplo, que el gen LINC00473 es un impulsor específico de resistencia al estrés específico para mujeres que se ve afectado en la depresión femenina. Además, es un regulador clave del estado de ánimo en las mujeres, en quienes actúa sobre la corteza prefrontal del cerebro al regular la expresión génica, la neurofisiología y el comportamiento.

A través de la transferencia génica mediada por virus, se logró expresar el LINC00473 en neuronas de ratones adultos y demostraron que inducía la resistencia al estrés únicamente en ratones hembra. Descubrieron que este fenotipo específico del sexo estaba acompañado por cambios en la función sináptica y la expresión génica selectivamente en ratones hembra.