La mayoría de los medicamentos que se utilizan actualmente para tratar la obesidad están encaminados a producir una sensación de inapetencia mediante la acción sobre determinadas áreas cerebrales. Pero ahora, un nuevo estudio de título Peripheral-specific Y1 receptor antagonism increases thermogenesis and protects against diet-induced obesity (El antagonismo del receptor Y1 periférico específico aumenta la termogénesis y protege contra la obesidad inducida por la dieta) revela un enfoque alternativo que se dirige directamente a los tejidos grasos, lo que podría ser una forma más segura de prevenir y tratar esta patología que tanto está afectando a la salud mundial.

La clave parece estar en un receptor de una molécula (lo que permite que llegue información a la misma) que ayuda a conservar energía cuando los alimentos escasean. El estudio ha sido llevado a cabo por expertos del Instituto Garvan de Investigación Médica. Para realizarlo se utilizaron biopsias de tejido graso de individuos obesos. Al bloquear un receptor específico de la molécula neuropéptido Y (NPY), que ayuda al cuerpo a regular su producción de calor, aumentó el metabolismo de las grasas y se pudo prevenir el aumento de peso.

“El receptor Y1 actúa como un freno para la generación de calor en el cuerpo. En nuestro estudio, descubrimos que el bloqueo de este receptor en los tejidos grasos transformó la grasa que almacena energía en grasa que quema energía, que activa el calor producción y aumento de peso reducido”, asegura la doctora Yan-Chuan Shi, responsable del Grupo de Neuroendocrinología de Garvan y coautora principal del artículo publicado en la revista Nature Communications.

El bloque del receptor Y1 tiene propiedades muy interesantes para la pérdida de peso

Los autores del estudio investigaron los receptores Y1 controlados por la molécula NPY, que se libera en el cuerpo en condiciones de inanición para ayudar a reducir el gasto de energía y aumentar el almacenamiento de grasa. El equipo descubrió que los receptores Y1 se producían en niveles más altos en el tejido graso de las personas obesas.

Luego, el equipo bloqueó el receptor Y1 en ratones obesos. En aquellos en los que se llevó a cabo el experimento y se les alimentó con una dieta alta en grasas, ganaron aproximadamente un 40% menos de peso corporal durante siete semanas que los ratones que solo recibieron una dieta rica en grasas. Esta reducción significativa del aumento de peso corporal fue causada por un aumento en la generación de calor corporal y una reducción de la masa grasa, aseguran los expertos.

Con este tratamiento descubrieron que las células comenzaron a activar los mismos genes involucrados en la producción de calor que los de los ratones, lo que sugiere que dirigirse a la vía del receptor Y1 puede aumentar de manera similar el metabolismo de las grasas y reducir el aumento de peso en los seres humanos.

El NPY es un regulador del metabolismo que juega un papel fundamental durante los estados de bajo suministro de energía, ayudando a almacenar grasa como mecanismo de supervivencia. Sin embargo, hoy en día, estos efectos pueden exacerbar el aumento de peso inducido por la dieta, lo que conduce a la obesidad y enfermedades metabólicas.