Con el objetivo de concienciar a la población, el 19 de octubre es el Día Mundial del Cáncer de Mama. Se trata del tipo de cáncer más común, con 2,2 millones de casos por todo el mundo en 2020. Así lo recogen los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que añaden que la enfermedad es la principal causa de mortalidad entre las mujeres: el cáncer de mama se cobró la vida de unas 685.000 mujeres el año de la pandemia. Al mismo tiempo, hace falta que quede claro que también puede afectar a hombres. Es en este contexto que Catalunya y el resto del planeta trabajarán este miércoles 19 de octubre, más que ningún otro día del año, para sensibilizar a la ciudadanía sobre detección precoz, reconstrucción y otros retos clave en cáncer de mama.
Detección precoz
En Catalunya, la enfermedad ocupa la primera posición de un total de 26 localizaciones tumorales en mujeres y ha supuesto casi el 29% de todos los casos de cánceres en mujeres del 2021. Así, durante el año pasado se produjeron 4.600 nuevos casos: el 37,5% en mujeres de entre 50-65 años y el 42,2% en mujeres de más de 65 años. Es verdad que la supervivencia relativa al cabo de cinco años del diagnóstico es del 89,1%, pero el Departament de Salut insiste en la importancia del programa de detección precoz del cáncer de mama para detectarlo en etapas muy iniciales. En estas etapas todavía no se puede notar, no produce molestias y la posibilidad de curación es más alta. El cribado invita a participar por carta a las mujeres de entre 50 y 69 años, a fin de que se hagan una mamografía cada dos años, la prueba de elección para la detección precoz. Sin embargo, colectivos de radiólogos insisten en avanzar la edad a cuarenta años.
La directora de la Unidad Funcional de Patología Mamaria de Sant Pau, la doctora Bàrbara Garcia-Valdecasas, insiste en el hecho de que "se trata en alcanzar un diagnóstico rápido y preciso, seguido de un consenso para el tratamiento más eficaz acompañado de la mínima morbilidad consiguiendo acortar los intervalos diagnóstico-terapéutico, mejorar los resultados clínicos y aportar una atención más global y personalizada". En esta línea, destaca que la concienciación de la población con respecto al cribado es alta: "Es un cáncer muy prevalente, todo el mundo tiene una tía, una madre, una prima, una amiga... que ha sufrido o sufre un cáncer de mama". La jefa de la Unidad de Cáncer de Mama de Vall d'Hebron, la doctora Cristina Saura, también hace un llamamiento para que las mujeres asistan a las citas ginecológicas y para que no tengan miedo de consultar a un profesional si notan algún cambio de forma en la mama, color, dolor o secreciones.
Reconstrucción
La detección precoz permite tratar la enfermedad en las primeras etapas, cuando la radioterapia puede evitar que las pacientes se tengan que someter a una mastectomía. En Catalunya, cada año se realizan unas 6.000 cirugías de cáncer de mama: un 75% se efectúan mediante cirugía conservadora y el 25% restante, por mastectomía. De estas, el 60% de las reconstrucciones mamarias se llevan a cabo de manera inmediata. De hecho, en 2021 ya se incrementó la cifra respecto del 2019: de 1.917 a 1.962, mientras que en el primer semestre del 2022 ya se han hecho 969. Se trata de un proceso que empieza con el diagnóstico de la neoplasia de mama y acaba con la reconstrucción del complejo aréola-pezón.
En este sentido, Salut pretende garantizar la reconstrucción mamaria en un tiempo inferior a 180 días. Es decir, incluirá las reconstrucciones primarias dentro de las intervenciones quirúrgicas que tienen un plazo de acceso garantizado inferior a 180 — el tiempo de espera medio hasta ahora era de casi un año. Se prevé que esta orden se apruebe antes de finalizar en el 2022 y que entre en vigor a partir del 1 de enero del 2023, desde cuando habrá un periodo de implementación de seis meses.
Otros retos clave
Otros retos clave que destacan desde el Hospital de Sant Pau son generar conocimiento nuevo sobre la enfermedad, estudios genéticos para mejorar el pronóstico y la supervivencia, el abordaje multidisciplinar desde varios servicios asistenciales, los tratamientos de alta precisión y calidad para conseguir una mayor eficacia y menos efectos secundarios, así como el acompañamiento a las pacientes durante todo el proceso de la enfermedad. Es por esto que un pañuelo solidario creado por el artista Clàudia Valsells servirá para recaudar fondos para programas de investigación en el Hospital Vall d'Hebron. Pero hace falta no pasar por alto el impacto emocional en las mujeres con cáncer de mama, por lo cual una de las líneas de investigación financiadas ayuda a un acompañamiento psicológico, tratar la ansiedad y el malestar emocional desde el diagnóstico.