"Que como durante todo un día sin gluten", "Acómpañame a hacer la compra sin gluten", "Recetas fáciles y rápidas sin gluten". Estos son solo algunos de los ejemplos de nombres de vídeos con miles de reproducciones en las redes sociales y que, si bien pueden parecer una buena idea, en realidad, advierten los expertos no lo son tanto, sobre todo si la persona que hace esta dieta para celíacos no ha sido diagnosticada como tal por un profesional. Aunque, por un lado, hay una gran cantidad de personas con sensibilidad en el gluten que no están diagnosticadas, el 80% según un estudio de IDIAPJGol, también hay muchas, cada vez más, que optan por seguir una dieta sin gluten, cuando en realidad no tienen sensibilidad en esta proteína.

La comida sin gluten está de moda

¿Qué motivos se esconden detrás de esta moda de erradicar el gluten de las dietas sin haber contado con el visto bueno de un profesional? En los últimos años se ha extendido una falsa creencia que asegura que los productos sin gluten son más saludables y también que engordan menos. Esto, tal como remarca la portavoz de la Asociación de Celíacos de Catalunya, Irene Puig, es radicalmente falso. Ahora mismo, no hay evidencias científicas que demuestren que comida sin gluten sea más saludable que ingerir alimentos que si llevan, "no hay nada que lo demuestre", insiste la experta. Yendo más allá, sin embargo, también asegura que puede llegar a ser contraproducente para la persona que opta por seguir una dieta sin gluten sin estar diagnosticada: "Si una persona cree que tiene un problema, se tiene que hacer las pruebas de celiaquía o de sensibilidad en el gluten. A partir de aquí, tendrá un diagnóstico esmerado", explica. En cambio, si una persona deja de comer gluten y se hace las pruebas a posteriori, el resultado puede ser un falso negativo y, por lo tanto, no sería representativo del estado de su salud.

En este sentido, ha dejado claro que comer sin gluten, lejos de lo que se cree, no solo es más caro, como demuestra el precio de su cesta de la compra, sino que, además, es menos saludable a causa de los aditivos que añaden a los productos para que estos se parezcan tanto como sea posible a sus originales: "Llevan más azúcar y más sal para conseguir que un pan sin gluten tenga la misma textura que uno con la proteína," ha resumido a la portavoz del colectivo en el país, que concluye, por este motivo, que si la persona no tiene ningún problema de salud que se lo impida, lo más recomendable es que siga una dieta con gluten.

Productos con más sal y azúcar para imitar el gluten

Desde la asociación y a fuera de esta, Irene Puig explica haber conocido personas que han optado por eliminar la proteína sin un diagnóstico médico y que después han querido reincorporarla a sus comidas, sin éxito. En este momento, sin embargo, es imposible hacerle un diagnóstico correcto. Además, en los casos de los celíacos, una vez han sido diagnosticados se las da una serie de recomendaciones con las que no cuentan aquellas personas que escogen dejar de comer productos con gluten.

Por ejemplo, Puig pone el foco en las trazas: estas se tienen que evitar 100%, tal como recomiendan los médicos, pero si una persona no lo sabe, seguirá comiendo productos que tienen. Este hecho puede llegar a suponer "complicaciones a largo plazo", según advierte desde la Asociación de Celíacos. De hecho, a una persona con celiaquía, ingerir una miga de pan, que equivale a 0,57 miligramos de gluten, puede sufrir una lesión intestinal, por eso, tienen que vigilar mucho en sus ingestas o a la hora de utilizar utilices de cocina diferentes, desde una tostadora a un colador, hecho que las personas con autodiagnósticos y que no hacen el proceso con la ayuda de un profesional ignoran a menudo.

Más riesgo de sufrir diabetes del tipo 2

La moda de consumir productos sin gluten que denuncian desde la Asociación no es nueva, sino que a mediados de la década del 2010 la oferta de productos aptos por celíacos se dobló, no porque hubiera más de diagnosticados sino por el aumento de personas que dejaban de comer gluten por decisión propia. Ante esta tendencia, desde la Universidad de Harvard decidieron elaborar un estudio en el 2017 que ya avanzaba que este tipo de dietas no solo no era beneficiosa para quien no tenía la enfermedad, sino que incrementaba el riesgo de sufrir diabetes tipo 2.

El director del estudio, Geng Zong, explicaba entonces que el objetivo del estudio era evaluar si el consumo de gluten afectaba de alguna manera a la salud de las personas que no tienen a ninguna razón clínica para evitarlos. El problema radica en que los alimentos libres de la proteína, contienen más cantidad de fibra dietética y otros micronutrientes, hecho que provoca que sean menos nutritivos. La conclusión fue que el grupo que había comido más gluten tenían un riesgo hasta un 13% inferior de sufrir diabetes del tipo 2 que los que comían menos de 4 gramos al día.

Restaurantes acreditados para evitar las trazas de gluten

En los últimos años también ha crecido la cifra de establecimientos especializados en platos aptos, en principio, para celíacos, o que ofrecen versiones de sus mismos platos con la opción sin gluten. Eso tendría que ser una buena noticia, pero Puig remarca que no todos los locales tienen en cuenta la cuestión de las trazas o el hecho de utilizar utensilios diferentes. En este sentido, la Asociación de Celíacos juega un papel importante, ya que una de sus tareas, aparte de informar y ayudar a las personas diagnosticadas, es acreditar aquellos establecimientos de restauración que han hecho una formación en celiaquía y que ofrecen menús verdaderamente aptos.

"Donde no llega la administración, intentamos llegar nosotros. Con los productos es más sencillo, porque están etiquetados, pero con los restaurantes no es exactamente así. Algunos utilizan alimentos sin gluten pero que pueden llevar trazas , aunque la ley no lo permite", expone Puig, motivo por el cual reconocen aquellos establecimientos que hacen el seguimiento a rajatabla y sin poner en riesgo la salud de los celíacos.