Ahora que llegan las fechas navideñas, momentos en los que en las cocinas hay mucho más trabajo de lo habitual, conviene poner especial cuidado con la posibilidad de que se den intoxicaciones alimentarias. Y es que de hecho, estos problemas de salud se producen cuando uno menos lo espera y pueden convertirse en algo serio y muy a tener en cuenta.

Por eso, a continuación vamos a enumerar diez consejos útiles que conviene siempre tener bien presentes para así ahorrarnos problemas indeseados.

Lavarse las manos

Hay que lavarse bien las manos con agua y jabón (tibia o fría) y secarlas antes de manipular alimentos, después de manipular alimentos crudos (carne, pescado, huevos y verduras), después de tener contacto con el cubo de la basura, ir al baño, sonarse la nariz o tocar una mascota.

El lavado de manos ante cualquier eventualidad en la cocina es innegociable para evitar intoxicaciones

Limpiar las encimeras

Se deben limpiar las encimeras antes y después de preparar los alimentos, especialmente después de que hayan sido tocadas por carne cruda (incluidas las aves), huevos crudos, pescado y verduras. No es necesario utilizar aerosoles antibacterianos; es suficiente con que se haga con agua caliente con jabón.

Lavar los trapos de cocina

Los trapos de cocina hay que lavarlos con regularidad y dejarlos secar antes de volver a usarlos. Los paños sucios y húmedos son el lugar perfecto para que los gérmenes se propaguen y provoquen problemas.

Usar tablas de cortar distintas

Conviene utilizar una tabla de cortar distinta para preparar alimentos crudos, como carne y pescado. Esto es para evitar contaminar los alimentos listos para comer con bacterias dañinas que pueden estar presentes en los alimentos crudos antes de que se hayan cocinado.

Mantener separada la carne cruda

Es especialmente importante mantener la carne cruda alejada de los alimentos listos para comer, como ensaladas, frutas y pan. Esto se debe a que estos no se cocinan antes de ser consumido, por lo que no se eliminará de ellos ninguna bacteria que les haya podido llegar de la carne cruda.

Guardar la carne en la parte inferior

Conviene cubrir siempre la carne cruda y guardarla en el estante inferior del frigorífico, donde no pueda estar en contacto con otros alimentos o gotear sobre ellos.

Cocinar adecuadamente los alimentos

Debemos asegurarnos de que las aves, el cerdo, las hamburguesas y las salchichas estén cocinados a alta temperatura sin que quede carne sin hacer lo sufienciete en su interior. No hay que lavar la carne cruda (incluidos el pollo o el pavo) antes de cocinarla, ya que esto puede propagar las bacterias por la cocina.

Asimismo, hay que saber que congelar pollo crudo reduce los niveles de bacterias campylobacter pero no las elimina por completo. La forma más segura de matar todos los rastros de campylobacter es cocinar el pollo completamente.

Mantener la nevera por debajo de los 5º C

Mantén la temperatura de la nevera por debajo de 5 grados centígrados para evitar que los gérmenes dañinos crezcan y se multipliquen. Además, conviene no llenarla en exceso porque eso impide que el aire circule correctamente, lo que puede afectar a la temperatura general del electrodoméstico.

Enfriar las sobras rápidamente

Si se han cocinado alimentos que no se van a comer de inmediato, deben enfriarse lo más rápido posible (no más de hora y media) y guardarlos en la nevera o el congelador. Como medida de promedio, se recomienda consumir las sobras en las siguientes 48 horas para evitar problemas.

Las sobras de las comidas deben ser guardadas en el frigorífico en un plazo no superior a los 90 minutos

Respetar las fechas de consumo

No coma alimentos que hayan vencido su fecha de caducidad, incluso si se ven y huelen bien. Las fechas de caducidad se basan en pruebas científicas que muestran la rapidez con la que se pueden desarrollar insectos dañinos en los alimentos envasados.