La dislexia es un trastorno del aprendizaje que se traduce en una dificultad en la escritura. Las personas que sufren dislexia emplean movimientos oculares significativamente diferentes a las personas que no sufren este trastorno.

Ahora, un nuevo artículo de título Individuals with dyslexia use a different visual sampling strategy to read text (Las personas con dislexia utilizan una estrategia de muestreo visual diferente para leer textos) y realizado por científicos de la Universidad de Lübeck en Alemania y Concordia en Canadá, ha sido publicado en la revista Nature Scientific Reports y analiza el porqué de esta cuestión.

Los expertos hicieron uso de la tecnología de seguimiento ocular para registrar los movimientos y concluyó que las personas con dislexia tienen una forma profundamente diferente y mucho más difícil de muestrear información visual que los lectores normales.

Según el coautor del artículo, Aaron Johnson, profesor de Psicología en Concordia, “otros estudios anteriores ya han analizado el movimiento de los ojos en adultos disléxicos. Pero este nuevo trabajo utiliza pautas de comportamiento para ofrecernos una visión completa de las diferencias que se producen”.

Los expertos que se dedican al estudio e identificación de pacientes con dislexia utilizan varias métricas para medir los movimientos oculares. Estos incluyen fijaciones (la duración de una parada), movimientos sacádicos (longitudes de un salto) y contar el número de veces que los ojos de un lector expresan un salto. Tradicionalmente, los investigadores de la dislexia usaban una sola oración para medir estos movimientos. Johnson y el resto de colaboradores utilizaron en cambio textos idénticos estandarizados de varias oraciones largas que fueron leídas por 35 estudiantes universitarios diagnosticados con dislexia y otros 38 en un grupo de control.

Niño leyendoEl estudio ha descubierto un aspecto importante sobre el cómo leen los disléxicos

Los investigadores querían abordar una pregunta central en el campo: ¿las dificultades de lectura son el resultado de un origen cognitivo o neurológico o de los movimientos oculares que guían la captación de información durante la lectura?

“Vimos que había un espectro real de velocidad de lectura, con algunas velocidades entre los estudiantes disléxicos tan bajas como un tercio de la velocidad de los lectores más rápidos en el grupo de control”, dice el otro coautor del estudio Leon Franzen, miembro del Centro de Estudios Sensoriales de Concordia y ahora en la Universidad de Lübeck en Alemania.

“Pero al usar una variedad de medidas para armar un perfil completo, encontramos que la diferencia en la velocidad no era el resultado de tiempos de procesamiento más largos de información visual no lingüística. Esto sugirió que había un vínculo directo con los movimientos oculares”.

Franzen señala que cuando los participantes con dislexia leyeron un texto, se detuvieron más tiempo para captar la información, pero no tuvieron problemas para integrar los significados de las palabras en el contexto de una oración. Ese comportamiento se ve comúnmente en niños que están aprendiendo a leer. Los adultos que leen a velocidades normales no exhiben esas pausas y movimientos oculares.

“Ahora que sabemos que existen estas diferencias en cómo leen los disléxicos, tenemos que preguntarnos qué podemos hacer para mejorar su lectura”, asegura Franze”. “¿Hay formas de alterar los textos para facilitar su procesamiento, como cambiar las fuentes o aumentar el tamaño del texto? Este es el siguiente paso de la investigación”.