División entre patronales de residencias por los planes del Departament de Salut con los médicos de primaria, después de las quejas de facultativos y sindicatos. A finales del año pasado, la conselleria presentó un plan para que los equipos de atención primaria atiendan directamente a los usuarios de residencias de personas mayores, que ha molestado a parte del sector. En declaraciones a ElNacional.cat, el vicepresidente de la Unió de Petites i Mitjanes Residències i Serveis a la Dependència (UPIMIR), Vicente Botella, ha resumido estas medidas como "bolivarianas". En cambio, la presidenta de la Associación Catalana de Recursos Assistencials (ACRA), Cinta Pascual, ha asegurado que son "necesarias".
Botella ha lamentado que el actual departamento "quiere que todo sea público" y "sacar los conciertos", con la idea final de "pescar para la pública". Así, ha explicado que la idea de Salut sería, en cierta manera, sustituir a los médicos propios de las residencias y "repartir el sueldo" entre los de la primaria. La cuestión es que "los médicos de primaria no pueden asumir este trabajo", además que significaría la pérdida de poder adquisitivo de algunos facultativos de zonas rurales que trabajan tanto para la privada como para la pública. Y esto para no hablar de que la medida todavía no ha sido convalidada en el Parlament y que se ha hecho de manera "precipitada", recuerda.
La atención primaria en las residencias
Pero Pascual ha insistido en el hecho de que "se tienen que atender los derechos de las personas mayores": "La atención primaria tiene que atender las residencias". La presidenta de ACRA ha recordado que las residencias tienen una "falta absoluta de personal" y que "hace falta que Salud haga un despliegue más rápido" del plan, con el fin de poder cubrir las necesidades. Por ejemplo, ha explicado que a veces tardan mucho a homologar títulos de médicos y enfermeras que vienen del extranjero y que, por lo tanto, tienen que pedir profesionales a la pública.
La falta de personal también la ha reconocido el vicepresidente de UPIMIR, motivo por el cual no quiere que se pueda llegar a prescindir de los facultativos propios de las residencias. Lo que quiere es "utilizar lo que hay ahora y potenciarlo con la pública", es decir, apostar por la "colaboración público-privada". Así, el principal problema que identifica es el de las enfermeras: "Tienen que tener línea directa con los CAP, es la línea que se tiene que potenciar". Eso significa que sí que se tienen que reforzar los vínculos con los médicos de primaria, para poder atender determinadas urgencias fuera de horario, pero también reivindicar la figura de los médicos de la residencia. "Son la cúspide del sistema", ha dicho, para recordar que hacen mucho más que visitar a los usuarios —por ejemplo, están en contacto con las familias.
Los médicos denuncian "sobreesfuerzo"
Desde ACRA han reiterado que "la atención sanitaria en las residencias tiene que ir a cargo del Sistema Público de Salut" porque "las personas que viven allí son ciudadanos de Catalunya y tienen el mismo derecho a recibir la atención sanitaria que cualquier otra persona". "La realidad actual es que el sector de las residencias no encuentra personal sanitario que pueda trabajar en los centros, ya que las condiciones que se pueden ofrecer son notablemente inferiores a las que el profesional puede optar en el sistema público", han añadido. Entonces, concluyen que el plan de integración social y sanitaria que se ha puesto en marcha "se tiene que hacer y salir adelante, con los recursos necesarios para que sea plenamente efectiva".
Por su parte, desde Metges de Catalunya habían lamentado que el personal facultativo de atención primaria que también presta asistencia a pacientes de centros residenciales tiene una media de 4,73 horas semanales asignadas en su agenda por esta tarea. Pero, realmente, hacen 7,7 horas de atención cada semana. Se trata de un "sobreesfuerzo", si también tenemos en cuenta que el recomendado serían 16 horas —más del triple de las horas previstas.