La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático del 2021 o la conocida como COP26 ya se ha acabado. A pesar de todo, nos ha puesto sobre la mesa cosas que quizás habíamos pasado por alto, como por ejemplo, la ecoansiedad. Se ha hablado bastante estos días, sin embargo, qué es realmente y cómo se controla. La APA, la Asociación de Psicólogos Americanos, ha definido la ecoansiedad como el miedo crónico a los desastres ambientales; se trata de la ansiedad referida al cambio climático y sus consecuencias.

"No se trata de una entidad diagnosticada reconocida como una serie de síntomas diagnosticados. Más bien hablamos de una ansiedad o miedo que puede manifestarse en diferentes grados de intensidad y que se focaliza, en concreto, con los problemas climáticos", comenta Aída Rubio, directora del servicio de psicología en TherapyChat, el portal de psicólogos online. "Se tiene que entender que la ansiedad es una emoción normal y adaptativa del ser humano, pero que cuando esta es excesiva por la situación y afecta la vida de la persona, es cuando podemos pasar a considerarla un problema susceptible de recibir terapia".

¿Sin embargo, tiene menos importancia esta ansiedad que una ansiedad, por ejemplo, laboral o el pánico en el coronavirus? "Que esta etiqueta se haya puesto a la ansiedad concerniente al cambio climático no la diferencia de otros tipos de ansiedad, y como pasa con la ansiedad, se expresa de maneras muy diferentes según la persona: algunos pueden verse envueltos en pensamientos constantes, otros pueden experimentar ataques de pánico, otros pueden sentir un verdadero rechazo fóbico al hecho relacionado, otros han podido desarrollar compulsiones en respuesta a sus obsesiones sobre el cambio climático, e incluso algunos han podido tomar decisiones como no tener hijos por el impacto de la población en el planeta o para no exponerlos a ellos a un sufrimiento".

¿Cómo se siente una persona con ecoansiedad?

En este contexto, Rubio destaca algunas características que pueden sufrir las personas que padecen ecoansiedad:

  • Sentirse vulnerable porque considera que no tiene la capacidad para hacer frente a lo que comporta el cambio climático.
  • Percibir la incontrolabilidad que tiene sobre la situación y sentirse frustrada.
  • Tener una preocupación más o menos importante sobre lo que tiene que ver con el medio ambiente, y hacer anticipaciones de futuros problemas relativos al cambio climático.

¿Cómo se puede controlar?

La psicóloga comenta que hay algunas maneras para intentar controlar esta ansiedad, a pesar de todo, habla sólo de casos en los cuales la ansiedad ha llegado a niveles importantes porque "no quiere protagonizar a aquellas personas que simplemente tienen una conciencia ambiental y se encuentran sanas". Rubio destaca algunos puntos para controlar la ecoansiedad:

  • Usar técnicas de desactivación fisiológica, es decir, ejercicios de respiración y relajación. Podemos aprender diferentes métodos, como la respiración diafragmática o la relajación muscular progresiva. Pero también lo podemos conseguir con actividades como el yoga.
  • Trabajar la aceptación de la situación y desprendernos de los intentos de control que podamos llevar a cabo. Si bien es cierto que podemos controlar nuestras conductas (si reciclamos, si vamos en bici en vez de coche, etc), como ciudadanos corrientes seguramente no podemos tener una influencia mayor en el impacto mundial del cambio climático. Y es importante ser consciente y aceptarlo, cosa que quiere decir dejar de sufrir o autoinculparse. Por eso, la meditación es una herramienta muy buena.
  • Cambiar aquellos pensamientos que nos están haciendo daño y no nos son adaptativos por otros que sí que lo sean. Muy probablemente tengas ideas erróneas como 'yo tengo que hacer todo lo que esté en mi mano y si no estoy fallando en el planeta' o 'lo que está pasando es horrible e intolerable y no lo puedo soportar'. "No te negaré que alguna cosa de verdad pueden tener estas ideas. Pero no son racionales, porque no parten de unas premisas objetivas y adaptativas para ti y que puedan dirigir las acciones cabe a resolutivo, sino que sólo te llenan de ansiedad y es posible que te bloqueen y te frustren. Prueba cambiarlos por pensamientos más flexibles cómo 'intentaré aportar siempre que pueda mi pequeño grano de arena por el planeta' y 'lo que está pasando es horrible pero no está en mi control'", destaca.
  • Delimitar el tiempo que pasamos preocupándonos, escogiendo sólo una pequeña franja del día para dar curso a nuestra preocupación sobre el tema, y el resto del tiempo focalizándonos a vivir la experiencia presente.
  • Tratar de limitar el tiempo que pasas expuesto a información sobre el cambio climático y los desastres ambientales. Tomarse un respiro y ampliar tus intereses.
  • Y, por supuesto, si ves que la ansiedad te está afectando a tu bienestar, tus relaciones sociales y familiares, etc., entonces acude a un psicólogo.

 

 

 

Imagen principal: un bosque dividido por un camino / Unsplash