En julio de 2017, Estados Unidos dio un giro en su estrategia contra el tabaquismo: pasó de la prohibición y la restricción a la reducción del daño. A través de la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), empezó a fomentar entre los fumadores las alternativas sin humo al tabaco como los calentadores de tabaco y los vapers. Pero, ¿por qué empezó a hacerlo? A continuación, te lo explicamos.

4 razones por las cuales EUA fomentan las alternativas sin humo al tabaco

1. Menos perjudiciales para la salud. Al no quemar tabaco, se eliminan muchas de las sustancias tóxicas que se generan con el humo del cigarrillo tradicional (como el alquitrán y el monóxido de carbono). 

2. Menor impacto para los no fumadores. Las alternativas sin humo producen vapor o aerosoles con menos tóxicos que el humo tradicional, lo cual también reduce el riesgo para quienes están alrededor. Además, no dejan el típico olor persistente del tabaco quemado en la ropa, el aliento o los espacios cerrados.

 3. Mantienen la nicotina, pero sin la combustión. Muchas de estas alternativas siguen proporcionando nicotina, que es la sustancia adictiva, pero sin los efectos perjudiciales del humo. Esto puede ayudar a los fumadores a transicionar de forma gradual y más controlada si no están listos para dejar de consumir nicotina completamente. Cabe subrayar que la nicotina por sí misma no es dañina.

4. Menor daño ambiental. Al no generar colillas ni grandes cantidades de humo, se reduce la contaminación ambiental y los residuos tóxicos asociados al cigarrillo convencional.

La nicotina no es el elemento dañino de los cigarrillos: el verdadero peligro es la combustión

Aunque son menos dañinas que fumar, no son completamente inofensivas. La mejor opción siempre será dejar por completo el consumo de nicotina. Pero si la persona no está lista para dejar de fumar, pasarse a una alternativa sin humo puede representar una mejora significativa para su salud.

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Foto: Unsplash

Un enfoque centrado en la reducción del daño y la salud pública

La hoja de ruta estadounidense tiene un objetivo claro: reducir los riesgos para los fumadores adultos que de otro modo seguirían consumiendo cigarrillos combustibles. Se trata de un enfoque pragmático, centrado en minimizar el daño mientras se mantiene un fuerte control regulatorio.

Las alternativas sin humo al tabaco son un puente para el fumador hacia el abandono del cigarrillo

La estrategia norteamericana representa un paso adelante hacia políticas de salud pública más realistas y basadas en la evidencia. En este sentido, la inclusión de productos de riesgo reducido como herramientas para dejar de fumar o reducir el daño, refleja un entendimiento más matizado del tabaquismo en el siglo XXI.

Estados Unidos abre camino 

El giro estratégico de Estados Unidos hacia la reducción del daño marca un cambio significativo en la lucha contra el tabaquismo. Al priorizar soluciones basadas en evidencia y enfocadas en el bienestar de los fumadores adultos, ha abierto la puerta a una nueva etapa en las políticas de salud pública. Su implementación regulada y responsable no solo ofrece esperanza para millones de fumadores, sino también una fuente de inspiración para otros países que enfrentan el mismo desafío sanitario.

La apuesta de EE. UU. por la reducción del daño redefine la lucha contra el tabaquismo y sienta un precedente para las políticas de salud pública a nivel global

El futuro de la lucha contra el tabaco podría depender, no solo de erradicarlo, sino de entender mejor cómo reducir sus daños de forma efectiva y realista.