El gobierno de los Estados Unidos (EE.UU.) ha dado un paso más en la gestión de la viruela del mono y ha declarado la enfermedad como una emergencia sanitaria nacional. En el país se han registrado miles de contagios aunque, de momento, cabe muerto. "Estamos preparados para llevar nuestra respuesta al siguiente nivel", ha expuesto al secretario de Salud de los EE.UU., Xavier Becerra, en una llamada con periodistas, recogida por Efe. La declaración permitirá a las agencias nacionales acceder a fondo de emergencia y facilitará la gestión de vacunas y los tratamientos para la enfermedad.
"Animamos a todos los norteamericanos que se tomen seriamente la viruela del mono y que se responsabilicen para ayudarnos a hacer frente a este virus", ha expuesto al secretario de Salud. El país registra actualmente más de 6.500 contagios de viruela del mono, una cifra muy superior a los 4.600 que se registraban la semana pasada.
Al principio de esta semana, la Casa Blanca anunció la creación de un grupo de respuesta ante la propagación de la viruela del mono, después de sufrir críticas por la lentitud a la hora de comprar vacunas y tratamientos. De hecho, el comisionado de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA), Robert Califf, ha anunciado que su oficina ha identificado una posible solución por paliar la falta de vacunas suficientes, mientras que las autoridades se hacen con nuevas dosis.
Esta solución consistiría en administrar por vía intradérmica uno quinto de la dosis que contiene un vial de la vacuna. Eso permitiría a los sanitarios utilizar un solo vial para administrar cinco dosis "sin comprometer la eficacia y la seguridad", ha afirmado Califf. La semana pasada, las autoridades sanitarias anunciaron que más de un millón de vacunas contra la enfermedad serían puestas a disposición de los estados los próximos días, de las cuales ya se han entregado 600.000, ha anunciado hoy Becerra. Además, esperan recibir 150.000 dosis más en septiembre, y vacunas adicionales en octubre y en noviembre.
Emergencia sanitaria internacional
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya decretó hace dos semanas una emergencia sanitaria internacional por el brote, después de que se hayan detectado más de 16.000 casos en 75 países, muchos de ellos europeos, y varias muertes. "Tenemos un brote que se ha extendido a todo el mundo rápidamente, mediante nuevas formas de transmisión, sobre las cuales sabemos muy poco, y que cumple los criterios de la normativa sanitaria internacional," explicó el director de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien añadió: "Existe un riesgo evidente que se siga extendiendo el tráfico internacional, aunque el riesgo de injerencia en el tráfico internacional de momento sigue siendo bajo".