Los Estados Unidos han registrado el número de muertos por covid más alto del mundo. En total, desde el inicio de la pandemia se han registrado más de 900.000 muertos. También tiene la tasa de mortalidad por coronavirus más alta que cualquier otro país rico, y lo más sorprendente es que la mitad de las muertes se han dado después de que las vacunas estén disponibles. ¿En este contexto, pues, por qué un país como los EE.UU. ha sufrido y está sufriendo tanto o más que otros por la covid? Megan Ranney, médico de Urgencias y decana de la Universidad de Brown, constata que el país no ha respondido a la pandemia de manera sostenida y proactiva, como una nación unificada. Así, gran parte de la responsabilidad y culpa ha caído sobre los individuos. Ahora bien, la desigualdad de ingresos, la mala salud y divisiones políticas han tenido mucho que ver.
"Todos estos factores ponen a las personas en un riesgo mayor de muerte por covid", constata y recoge el diario británico The Guardian. Además, las vacunas se han retrasado mucho más que en otros países ricos y resalta que el sistema de salud ya era precario cuando fue golpeado por cada ola de la covid. Otros países que tenían un número de muertos similares durante otras olas de la covid, han visto que con la variante ómicron se han registrado menos. En los EE.UU. no se ha visto, sin embargo, esta tendencia. De hecho, ómicron está registrando más muertos en el país que el propio variante delta. Y el mes de enero pasado fue uno de los más mortíferos de la pandemia.
¿Por qué es tan alto el número de muertos por covid?
Los líderes del país, sin embargo, intentan dar una imagen de calma y tranquilidad adoptando una situación de bajada de la covid. El caso es que las muertes y las hospitalizaciones no son las mismas. Tal como recoge el diario británico, la tasa de vacunación es uno de los puntos flojos del país. La tasa de vacunación es más baja que en otros países, concretamente del 64,15%. Eso quiere decir que menos dos tercios de la población –de un total de 329,5 millones– están vacunados, pero solo el 48% de la población ha recibido una dosis de recuerdo.
Según parece, habría varios lugares donde el porcentaje de no vacunados todavía podría ser más alto. En este sentido, el diario recuerda que la gente con ingresos más altos ha tenido más oportunidades que personas de hogares más pobres, que han tenido más problemas a la hora de justificar que se han encontrado mal después de recibir la dosis. A pesar de todo, entre un 15% y 20% de los norteamericanos no vacunados dicen que querrían vacunarse, aunque todavía no lo han podido hacer.
Las personas con unos ingresos más bajos tienen más posibilidades de contraer la covid porque posiblemente están más expuestas. Trabajos de cara al público, imposibilidad de hacer buenas cuarentenas en casa y menos opciones de recibir vacunas contra la covid, tal como recogen varios estudios. Otra causa que señala el diario británico es el sistema de salud fracturado. Las personas que no tienen un seguro, tienen que esperar más tiempo para poder ser atendida, hecho que implica que puedan tener peores resultados y pronósticos. También es posible que tengan condiciones de salud preexistentes que los pongan en un riesgo más elevado de tener covid, como por ejemplo obesidad o diabetes de tipo 4.
Los traumas infantiles podrían tener relación con no quererse vacunar
¿Qué pueden tener que ver una separación de los padres, negligencia, abusos físicos, verbales o sexuales con el hecho de no quererse vacunar contra la covid (y en general, vacunarse contra cualquier enfermedad)? Pues parece que la relación podría ser estrecha. Cuando menos, eso es lo que sugiere una investigación financiada por Public Health Wales y publicada a la revista BMJ Open. De hecho, el estudio constata que los que han sufrido algún trauma infantil también tienen menos probabilidades de confiar en la información oficial del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS).
La investigación, de la que se hizo eco el The Guardian, ha salido a la luz justo dos años después de que el virus hubiera llegado al Reino Unido y un año después de que empezara la campaña de vacunación porque una de cada 10 personas del Reino Unido todavía no ha recibido ni una sola dosifique de la vacuna. El dato hace poner nerviosos a los expertos que han querido averiguar por qué estas personas siguen siendo reticentes en recibir la vacuna contra la covid.