La pandemia del coronavirus ha dejado a medio gas el aeropuerto del Prat. En plena operación salida por las vacaciones de verano, el tráfico aéreo de este sábado 1 de agosto es la mitad de lo que era el año pasado. En concreto, hay 419 vuelos, un 58,3% menos que los 1.003 que volaron el 1 de agosto de 2019.
Según Aena, hoy están previstas 219 llegadas y 209 salidas, cuando el año pasado, en la misma fecha, se registraron 502 llegadas y 501 salidas. Y está previsto que mañana, el primer domingo de agosto, la situación se vuelva a repetir.
Una situación inédita
La gran afluencia de pasajeros del año pasado contrasta totalmente con la imagen que se ha podido ver hoy y durante las últimas semanas: pocos turistas extranjeros y también escasos viajeros catalanes que han decidido pasar sus vacaciones en el extranjero, a pesar de la Covid-19.
Si se suman los dos primeros días de agosto, el total de vuelos este año se ha reducido a menos de la mitad de los que se registraron en el 2019. Para mañana, AENA prevé 468 vuelos, cuando el año pasado fueron un total 1.063 vuelos, 533 del cual fueron aviones que llegaron a Barcelona y 530 salieron.
El año pasado el total de vuelos de los días 31 de julio y 1 y 2 de agosto sumaron 3.087 operaciones, con 1.544 llegadas y 1.543 salidas, mientras que este año han sido apenas ha llegado a los 1.253 en los tres días, según los datos de la Autoridad Aérea.
L'operació sortida a les carreteres
La operación salida de este primero de agosto en las carreteras también ha experimentado un descenso este año. Según el Servei Català de Trànsit, ha cerrado con la marcha de 409.083 vehículos del área metropolitana de Barcelona, un 12,80% respecto a la misma semana del 2019, cuando fueron 469.151 vehículos.
Las retenciones también han sido discretas este sábado y sólo han destacado las colas habituales en los accesos a la Costa Brava y la Costa Dorada: en la C-63 en Lloret de Mar, la C-32 en Tordera, la N-340 en El Vendrell , la C-35 y la C-65 en Llagostera, y la AP-7 en el peaje de Martorell y entre Llinars y la Roca del Vallès.