A pesar del confinamiento municipal que está en vigor en Catalunya desde el 7 de enero, los visitantes no han dejado de llenar el Montseny para ver la nieve que dejó el temporal Filomena. Desde principios de semana que el Ayuntamiento de El Brull denuncia que hay mucha afluencia en Collformic, pero así y todo, este domingo el aparcamiento de la zona quedaba prácticamente lleno antes del mediodía.
"Me he pasado la semana haciendo de policía", asegura el alcalde de El Brull, Ferran Teixidó, reconociendo estar "harto" de la dejadez que sufren por parte del órgano gestor del parque natural, la Diputación de Barcelona. Ayer sábado, una patrulla de Mossos montó un control próximo evitando la llegada de visitantes, pero este domingo nada ha impedido que visitantes de otros municipios esquivaran el confinamiento municipal. "Pregunto a la gente de dónde viene y me responden de Granollers, Dosrius, la Garriga....", dice, asegurando que recibe todo tipo de respuestas. "Cuando les explicas que allí no pueden estar, algunos dan marcha atrás, pero otros te ignoran", explica.
Visitantes se saltan el confinamiento para ver la nieve
Según su opinión, el hecho de que el municipio no tenga policía local y la poca presencia de Mossos hace que haya gente que opte "por saltarse el confinamiento y venir". El alcalde del Brull, Ferran Teixidó, se queja de que desde que el Filomena blanqueó el Montseny, el goteo de visitantes en Collformic, especialmente durante la semana, "ha estado constante".
"No es la masificación de antes, pero gente viene", explica, señalando el impacto que tiene eso en la población de su municipio. Pone como ejemplo el caso de una mujer que se hizo daño y "no podía salir de su casa porque tenía un vehículo mal aparcado taponándole la entrada".
Dejadez por parte de la Diputación
El alcalde del Brull asegura que se sienten "dejados" por parte del órgano gestor del parque, la Diputación de Barcelona. A la falta de controles, dice, se añade que se corrió a limpiar la carretera, un hecho que no entiende, "cuando en teoría hay confinamiento municipal". De rebote, añade, la nieve que se acumuló en los arcenes hizo que muchos vecinos que viven en masías aisladas no pudieran salir de casa hasta media semana.
El alcalde, además, se queja del constante paso de motocicletas, bicicletas y personas de fuera que pasean con los perros desatados por el término municipal. "Si desde los ayuntamientos no hacemos un tuit de denuncia, desde un despacho de Barcelona no se enteran", asegura.
El alcalde reconoce estar "harto" de los "agravios" que acumulan desde hace años. Pone como ejemplo los desprendimientos, efecto del Gloria, pendientes de resolver. "Estamos parados, nos tienen como indígenas a quienes no hacen caso hasta que no se quejan más", dice, asegurando que "los vecinos se merecen que estén a la altura". "Necesitamos servicios y una empatía que no tenemos", reclama.