Se calcula que algo menos del 5% de la población infantil padece Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Se trata de un trastorno del desarrollo que se caracteriza de forma general por presentar un nivel superior de actividad respecto a la edad del niño, con dificultad para controlar sus conductas y emociones y con una incapacidad para concentrarse.

El tratamiento, una vez diagnosticado por el especialista, suele consistir en una combinación de medicación, psicoterapia conductual, entrenamiento a los padres y apoyo escolar.

Ahora, un nuevo estudio ha demostrado que un avatar interactivo, que proporciona instrucciones y comentarios sobre la atención del alumno, puede mejorar el rendimiento de los niños con TDAH en una tarea compleja de resolución de problemas. La investigación ha sido llevado a cabo por expertos de la Universidad de Messina, en Italia, y de Kharazmi, en Teherán, y ha sido recogido en la publicación Cyberpsychology, Behavior and Social Networking con el título ‘Avatar interactivo aumenta las actuaciones de los niños con TDAH en medidas dinámicas de inteligencia’.

Los avatares son personajes virtuales que son capaces de desarrollar comportamientos semejantes a los humanos. En el estudio se trabajó con algunos niños con TDAH y otros que no lo tenían, realizándoles pruebas de inteligencia mediante el uso de un avatar virtual.

En total fueron seleccionados 1.000 niños que asistían a escuelas públicas de primaria y secundaria en Sicilia. Los estudiantes tenían edades comprendidas entre 7 y 13 años. Se compararon tres condiciones: en la primera condición, el avatar simplemente dio las instrucciones; en la segunda condición, el avatar presentó las instrucciones y proporcionó retroalimentación acerca de la atención del alumno; y en la tercera condición, el avatar no fue presentado.

Los resultados indicaron que el avatar interactivo mejoró el rendimiento de los grupos con TDAH en la prueba de inteligencia dinámica, entendida como la capacidad para resolver problemas y adaptarse a las nuevas situaciones incorporando factores afectivos y sociales. En general, estos resultados respaldan la hipótesis de que la función de regulación y retroalimentación del avatar mejora el proceso de atención y, en consecuencia, aumenta el rendimiento.

Pero es importante subrayar que no se trata de proporcionar solo instrucciones, porque eso no aumentaba significativamente el rendimiento entre los niños con TDAH. El beneficio se produce cuando se recibe asistencia gradual para ayudar a encontrar la solución del problema. En estos casos sí que aumentaba de forma importante el rendimiento.

Los expertos creen que esta investigación es el primer paso para desarrollar un software educativo más útil y enfocado también a las necesidades especiales del alumnado y que se base en el empleo de avatares como elemento importante y guía en la educación online.