La Organización Mundial de la Salud acaba de publicar un impactante informe en el que se concluye que cada día más de un millón de personas se contagian con una enfermedad sexual. El informe es resultado de un análisis centrado en personas de entre 15 y 49 años en todas las regiones del mundo y destaca que en ningún lugar se ha producido una disminución de estas enfermedades de graves consecuencias. De hecho, se calcula que una de cada 25 personas del planeta está infectada, muchas de ellas sin saberlo por la ausencia de síntomas o la levedad de los mismos.
Pero… ¿cuáles son estas enfermedades y sus síntomas?
La OMS destaca que entre los más de 30 virus, bacterias y parásitos que se sabe que se transmiten por contacto sexual, ocho se han vinculado a la máxima incidencia de enfermedades de transmisión sexual. De esas, cuatro son actualmente curables: la sífilis, la gonorrea, la clamidiasis y la tricomoniasis. Las otras cuatro –hepatitis B, virus del herpes simple (HSV o herpes), VIH y virus del papiloma humano (VPH)– son infecciones virales incurables, aunque existen tratamientos capaces de atenuar o modificar los síntomas o la enfermedad.
El estudio analiza en concreto las cuatro curables: clamidiasis, gonorrea, sífilis y tricomoniasis, todas ellas con un alto nivel de propagación.
Clamidiasis
Esta enfermedad, que afecta tanto a hombres como a mujeres, causa graves daños en el aparato reproductor, principalmente en el femenino, puesto que puede imposibilitar el embarazo. Los síntomas más frecuentes son la secreción vaginal anormal y la sensación de ardor al orinar en el caso de las mujeres y la secreción del pene, sensación de ardor al orinar y dolor e inflamación de uno o ambos testículos en el caso del hombre. También puede existir infección vía anal, que en buena parte de los casos no presenta síntomas. En ocasiones puede producir dolor en el recto, secreciones y sangrado.
Gonorrea
Está producida por una infección bacteriana y puede causar consecuencias muy graves si no se trata, tales como enfermedades de la piel, artritis, problemas oculares y disfunciones en el pene. Los primeros síntomas se producen entre dos y cinco días después de haber contraído la infección.
Los primeros síntomas se producen entre dos y cinco días después de haber contraído la infección
En el caso de los hombres, suele producir dolor de garganta, sensación de ardor o dolor en el momento de orinar, incremento de la micción y secreciones en el pene de color blanco, amarillento o ligeramente verdoso. También puede provocar inflamación en los testículos. En las mujeres causa fiebre, dolor de garganta, dolor en el abdomen, aumento del flujo vaginal, sensación de ardor o dolor al orinar y molestias al mantener relaciones sexuales.
Sífilis
Esta enfermedad de origen bacteriano, además de por vía sexual, se puede transmitir durante el embarazo de la madre al feto. Produce úlceras en los órganos sexuales y manchas rojas en el cuerpo, lo que a su vez incrementa la posibilidad de contagio de VIH. Además, si no se trata, puede producir lesiones en el sistema nervioso y en el aparato circulatorio. En el caso de las mujeres puede tener consecuencias graves como partos prematuros y muerte del recién nacido. Los síntomas son la aparición de pequeñas llagas o úlceras indoloras (chancros) en genitales, boca, piel o el recto, que suelen sanar por sí solas, por lo que muchas veces pasa inadvertida como si fuera una simple erupción.
Tricomoniasis
Es la última de las enfermedades analizadas en este informe de la OMS y una de las más frecuentes del mundo. Si no se trata adecuadamente puede llegar a provocar esterilidad. En mujeres embarazadas aumenta las posibilidades de sufrir más riesgos y partos prematuros. El problema que presenta es que en el 70% de los casos no produce síntomas. Si lo hace, suele provocar picazón o irritación en los órganos sexuales, ardor después de orinar o eyacular y secreciones blancas, amarillentas o verdosas. También puede producir molestias al tener relaciones sexuales.
La OMS recuerda que, cuando se usan correcta y sistemáticamente, los preservativos son uno de los métodos de protección más eficaces contra las enfermedades de transmisión sexual.