Enfrentamiento abierto entre médicos y enfermeras sobre quién puede prescribir fármacos para el tratamiento de la infección de orina en mujeres. El Consejo General de Colegios Oficial de Médicos (CGCOM) ha anunciado este lunes su intención de recurrir a la guía publicada el pasado 9 de agosto por el Ministerio de Sanidad que abría la puerta a que las enfermeras pudieran prescribir antibióticos y antibacterianos a mujeres mayores de 14 años con infecciones del trato urinario no complicadas. El organismo representante de los médicos colegiados reivindica que las tareas de diagnóstico y tratamiento son una competencia "exclusiva" de los facultativos y que la guía "vulnera el marco normativo de la profesión médica". Desde el Consejo General de Enfermería (CGE) han recordado que se trata de una "prescripción colaborativa" y han pedido "respeto" a la legislación en materia de prescripción que, aseguran que "beneficia al sistema sanitario y a los pacientes".
La guía publicada en agosto constituye la novena guía publicada por Sanidad para permitir la prescripción de medicamentos por parte de las enfermeras, que también pueden indicar fármacos en relación con la hipertensión, la diabetes, la deshabituación tabáquica, la fiebre y el tratamiento de heridas, quemaduras y ostomías, además de la prescripción de anestésicos locales. Estas guías se enmarcan en un decreto publicado en 2015 por el cual se regulaba la dispensación de medicamentos por parte de las enfermeras. Desde el CGCOM, que ya ha recurrido anteriormente la guía para la diabetes y la hipertensión, argumentan que esta última guía "no responde al objetivo inicial" del decreto mencionado que buscaba establecer "pactos interprofesionales" que considera que ahora se han roto.
Los médicos defienden que "el diagnóstico y tratamiento son una competencia de la profesión médica" y que esto "supone una garantía para la seguridad de los pacientes y la calidad asistencial". En este sentido, destacan que para ser médico "se necesita una formación de seis años en el grado de Medicina y cuatro o cinco de especialización". Así, insisten en que solo estos profesionales tienen "las competencias clínicas adecuadas" para poder hacer la prescripción de fármacos con "calidad y seguridad". Por todo ello, alertan de que la prescripción de medicamentos por parte de profesionales enfermeros "podría tener implicaciones en la seguridad del paciente y comprometer la calidad de la atención sanitaria, llevando a diagnósticos imprecisos y tratamientos inadecuados".
Desde el sector de la enfermería, el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, ha calificado de "discurso alarmista y algo retrógrado" la postura del CGCOM. Ha incidido en el hecho de que se trata de una "prescripción colaborativa que no supone ningún riesgo para el paciente" y ha reivindicado que supone un "importante avance para la sanidad española" porque mejora la eficacia y la agilidad de la atención sanitaria. A través de un comunicado más extenso, el Consejo general de Enfermería ha defendido que las enfermeras desarrollan "un importante rol" en las áreas donde se las ha habilitado para poder hacer prescripción médica.
El 50% de las mujeres sufrirá una infección de orina a lo largo de la vida
La guía recurrida por los médicos contempla la prescripción enfermera del antibiótico fosfomicina trometamol y el antibacteriano nitrofurantoína en mujeres mayores de 14 años con infecciones del trato urinario (ITU) no complicadas, que abarcan principalmente dos tipos: cistitis, que es la infección de la vejiga, y pielonefritis, que es la que afecta a los riñones. Quedan excluidos los casos complejos que requieren valoración médica, como infecciones recurrentes, uso de sonda vesical o inmunosupresión; también las ITU complicadas, que son las que afligen a personas con más riesgo, como embarazadas, ancianos, diabéticos o personas con anomalías anatómicas, que requieren una evaluación médica más profunda. Desde el Ministerio de Sanidad recuerdan que cada año, cerca del 5% de las mujeres van al médico por este motivo, que el 50% se ve afectada por esta afección al menos una vez en la vida y que su frecuencia aumenta especialmente con el envejecimiento, comorbilidades o la institucionalización. El microorganismo más común que provoca las infecciones es 'Escherichia coli', responsable del 70-80% de los casos.